Traducción al Español: Daniel Schulman
3. Ven y mira: quien estudia Torá sostiene el mundo y en verdad sostiene cada acto en el mundo. No hay parte dentro del hombre que no tenga una criatura contraparte en el mundo. Así como el cuerpo del hombre se compone de niveles de partes que actúan en conjunto para formar un cuerpo unificado, así sucede con el mundo. Todas las criaturas del mundo son partes jerárquicas que actúan y reaccionan entre sí, por lo que en realidad actúan como un solo cuerpo. Todo, YA SEA HOMBRE O EL MUNDO, se asemeja a la Torá, porque la Torá está compuesta de diferentes partes y secciones que se sostienen mutuamente. Cuando estén todas corregidas, se convertirán en un solo cuerpo. Cuando David miró Tu obra dijo: «¡Cuán multiformes son Tus obras, oh Hashem!, con sabiduría las has hecho a todas; la tierra está llena de Tus posesiones» (Tehilim/Salmos 104: 24).
4. La Torá contiene misterios Supernos sellados, que el hombre no puede comprender; ésta contiene todos los asuntos Supernos – los revelado y los no revelados. DEBIDO A SU PROFUNDIDAD LE SON REVELADOS AL ESTUDIOSO, PERO DESAPARECEN INMEDIATAMENTE SOLO PARA SER REVELADOS EN EL INSTANTE SIGUIENTE Y DESAPARECER NUEVAMENTE. Y ASÍ CONTINÚA PARA AQUELLOS QUE LOS ESTUDIAN. La Torá contiene todos los asuntos mencionados EN LOS MUNDOS SUPERNOS y abajo. Todo en este mundo y todo en el Mundo que Viene Venir está en la Torá, pero no hay nadie para observarlos y entenderlos.
Por lo tanto, está escrito, «¿Quién puede relatar los prodigios de Hashem? ¿Quién puede declarar todas (Sus) alabanzas?» (Tehilim/Salmos 106:2).
Traducción al Hebreo:
4. בַּתּוֹרָה כָּל הַסּוֹדוֹת עֶלְיוֹנִים חֲתוּמִים שֶׁלֹּא יְכוֹלִים לְהַשִּׂיג. בַּתּוֹרָה כָּל אוֹתָם דְּבָרִים עֶלְיוֹנִים שֶׁהִתְגַּלּוּ וְלֹא הִתְגַּלּוּ. בַּתּוֹרָה הֵם כָּל הַדְּבָרִים שֶׁלְּמַעְלָה וּלְמַטָּה. כָּל הַדְּבָרִים שֶׁל הָעוֹלָם הַזֶּה וְכָל הַדְּבָרִים שֶׁל הָעוֹלָם הַבָּא הֵם בַּתּוֹרָה, וְאֵין מִי שֶׁמַּשְׁגִּיחַ וּמַכִּיר אוֹתָם. וּמִשּׁוּם כָּךְ כָּתוּב (תהלים קו) מִי יְמַלֵּל גְּבוּרוֹת ה’ יַשְׁמִיעַ כָּל תְּהִלָּתוֹ.
Comentario de Zion Nefesh:
Continúa del ZD anterior
El Zohar nos dice que cada persona que estudia Torá sostiene el mundo. Cada célula en el cuerpo tiene una conexión con diferentes partes de la Creación.
«El cuerpo humano, que consiste en aproximadamente 75 a 100 trillones de células, transporta cerca de diez veces más microorganismos en los intestinos. Las actividades metabólicas realizadas por estas bacterias se asemejan a las de un órgano, lo cual lleva a que algunos comparen las bacterias del intestino con un órgano «olvidado».
El Zohar explica que cuando todas las partes del cuerpo estén conectadas entre sí y se conviertan en un solo cuerpo, tendrá lugar la corrección final. Las personas sentirán que son partes de un mundo íntegro. El Rey David vio este plan y dijo:
Tehilim/Salmos 104:24
«¡Cuán multiformes son Tus obras, Hashem! Con sabiduría (Jojmá) las has hecho a todas; la tierra está llena de Tus posesiones».
Para entenderlo tenemos que regresar a los párrafos anteriores del Zohar, que nos enseñaron que Hashem creó el mundo utilizando la Torá.
Cuando vamos a construir una casa necesitamos un arquitecto, un plano de obra y bloques/elementos para la construcción. Veamos esto desde otro punto de vista. Al ver un edificio sabemos que está hecho con materiales de construcción, que hay un plano y que alguien confeccionó ese plano. Las letras hebreas existieron antes que el proceso real de la Creación.
Lo primero que Hashem creó antes que el mundo físico fueron las letras hebreas
Bereshit/Génesis 1:1
«En el comienzo creó Elokim el cielo y la tierra»
Bereshit – en el principio
bará – creó
Elokim – Hashem
et – Alef a Tav (Alef Bet Hebreo)
hashamaim – el cielo (el sistema espiritual)
ve et – y – la Alef a Tav del nivel inferior
ha Aretz – la Tierra (el mundo físico inferior)
El Libro de la Formación llama a las letras hebreas, ‘piedras’ y a las palabras, ‘arcas’, ‘cofres’, que son vasijas con capacidad de contener Luz.
Toda la Torá es el plan/esquema del arquitecto, que es Hashem. Cada letra se conecta a las almas raíz de muchos, les da vida y sustento. Cada Israelita conecta con su cuerpo con todas las partes de la Creación. Cuando estudiamos Torá atraemos energía vital para mantener nuestra alma que sostiene al cuerpo físico. Al igual que una vela encendida, ésta irradia Luz que afecta a todas las almas que se conectan con su alma.
Es por eso que los sabios nos enseñan que todos los hijos de Israel son responsables unos de otros. Nuestras almas están conectadas unas con otras más allá de nuestras capacidades de comprensión.
Las letras de la Torá son vasijas visibles en el nivel físico en el pergamino escrito del rollo de la Torá. Rabí Avraham Azulai nos enseña que las letras son canales de Luz de Biná. Las nekudot, ‘vocales’ atraen la Luz de Jojmá; y las cantilaciones, que son los tonos especiales utilizados durante la lectura de la Torá, revelan la Luz de Keter. Por lo tanto, la Torá revela la luz de las tres Sefirot Superiores.
Los preceptos de la Torá atraen una gran Luz al mundo. Los sabios nos dicen que quienes estudian los preceptos de la Torá cada día traen la paz al mundo. Rabí Akiva, quien fue el maestro de Rabí Shimón, dijo que él podía enseñar ‘montañas’ de estudios en cada letra en la Torá.
Cuando estudiamos Torá a través del Zohar revelamos una gran Luz en el mundo. Como lo revela el Zohar en el párrafo 2 (ZD # 1668), el hombre fue creado para este propósito.
Voy a cerrar con palabras de Rabí Avraham Azulai, cuyo Hillula se cumple hoy.
De «Jesed Le Avraham» 2-8
Quien estudia Torá y en especial sus secretos que están por encima de todo, se adhiere al Árbol de la Vida que es Tiferet, la Columna Central. La Shejiná ve su conexión y ‘salta’ sobre él para poder conectarse ella también con el Árbol de la Vida. Los que estudian la Torá para riqueza debilitan la klipá que los une a los deseos materiales. Incluso si no tienen una intención 100% pura, tienen algún mérito y oportunidad de convertir los deseos egoístas en deseos positivos y de realizar mayores conexiones espirituales.
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