Traducción al Español: Daniel Schulman
31. Este es el testimonio que el Santo, bendito sea Él, ordenó pronunciar, como está escrito: «Enseguida responderás y dirás en presencia de Hashem, tu Elokim: ‘Un aramita errante quiso destruir a mi padre». «Responderás» es similar a los versículos: «No hablarás contra tu prójimo falso testimonio» (Shemot/Éxodo 20:13), y también, «y que ha atestiguado mentira contra su hermano» (Dvarim/Deuteronomio 19:18).
Traducción al Hebreo:
31. וְזוֹהִי הָעֵדוּת שֶׁצִּוָּה הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לְהָעִיד, שֶׁכָּתוּב (דברים כו) וְעָנִיתָ וְאָמַרְתָּ לִפְנֵי ה’ אֱלֹהֶיךָ אֲרַמִּי אֹבֵד אָבִי וגו’. וְעָנִיתָ – כְּמוֹ שֶׁנֶּאֱמַר (שמות כ) לֹא תַעֲנֶה בְרֵעֲךָ, (דברים יט) עָנָה בְאָחִיו.
Comentario de Zion Nefesh:
Laván era un mago poderoso que tenía un gran poder con su boca. Después que descubrió que Iaacov huuó, decidió ir tras él. Antes de que él se encontrara con Iaacov, Hashem se le apareció en un sueño diciéndole que bloqueara su boca para bendecir ni maldecir a Iaacov.
Bereshit/Génesis 31:24
«Pero Elokim vino a Laván el arameo en sueños de la noche y le dijo: ‘¡Guárdate de hablar con Iaacov bien ni mal».
El poder para maldecir o bendecir fue transmitido a la familia del nieto de Laván, Bilam, convocado por Balak para maldecir a los israelitas cuando estaban en el desierto, en su camino hacia la Tierra Prometida. Hashem intervino nuevamente para proteger a los hijos de Israel, manteniendo las bendiciones dadas a Iaacov.
Bemidbar/Números 22:9
«Entonces vino Elokim a Bilam…»
Bemidbar/Números 22:12
«Y dijo Elokim a Bilam: ‘No vayas con ellos. No haas de maldecir al pueblo, porque es bendito».
Laván pudo hacerle daño a Iaacov pero tuvo que seguir el mandato de Hashem, porque de lo contrario perdería todo. A pesar de ser una persona negativa sabía que no podía ir en contra de las palabras de Hashem. Él era parte del sistema que Hashem creó para nosotros para desafiarnos y para que lo superemos.
Bereshit/Génesis 31:29
«Está al alcance de mi mano el haceros mal; Pero el Elokim de vuestro padre me habló anoche, diciendo: ‘¡Guárdate de hablar con Iaacov bien o mal’.
Iaacov tenía adversarios poderosos, pero al mismo tiempo ganó la protección del único poder que cuenta, Hashem.
Si no estamos conectados con Hashem a través del estudio de la Torá, el Zohar y la oraciones, no podemos confiar en ninguna fuerza en el mundo que nos salve del caos.
Tehilim/Salmos 146:3
«No confíen en los generosos ni en hombre alguno, pués él no puede salvar».
Mishlé/Proverbios 3:5
«Confía en Hashem con todo tu corazón y no te apoyes en tu mismo entendimiento»
Idem 3:6
«TenLe presente en todos tus caminos y Él allanará tus senderos».
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