Zohar Diario # 1997 – Vaigash – Qué sucedió cuando Iehudá se llegó a Iosef

Daily Zohar 1997

Holy Zohar text. Daily Zohar -1997

Traducción Española de Daniel Schulman

23. Rabí Iehudá comenzó la discusión con el versículo: «Pues los reyes se juntaron» (Tehilim/Salmos 48:5): Estos son Iehudá y Iosef, quienes eran reyes. Los dos se reunieron para discutir, porque Iehudá salió como fiador por Biniamin y se comprometió ante su padre en este mundo y en el Mundo Venidero. Por lo tanto, fue a conversar con Iosef a causa de Biniamin para que no fuera expulsado de este mundo y del Mundo por Venir, como está escrito: «Yo responderé de él; de mi mano lo demandarás: si yo no te lo volviere a traer y lo pusiere delante de ti» (Bereshit/Génesis 43:9), » … entonces llevaré yo la culpa para con mi padre todos los días»(Bereshit/Génesis 44:32) en este mundo y en el Mundo Venidero.

24. Por lo tanto, «los reyes se juntaron y avanzaron juntos» significa que discutieron y que estaban enojados uno con el otro a causa de Biniamin. Después está escrito: «Ellos vieron, se asombraron, quedaron aterrados, huyeron precipitadamente. Un temblor los sobrecogió allí «(Tehilim/Salmos 48:6) a todos los que allí estaban.

25. «… temor como de parturienta» (Tehilim/Salmos 48:7), porque estaban temerosos de que iban a matar o morir a causa de Biniamin. Porque Iosef fue vendido por Iehudá y se perdió para su padre. Ahora que él se convirtió en garante de Biniamín, estaba temeroso de que iba a perecer. Por lo tanto, está escrito, «Entonces Iehudá se llegó a él.»

Traducción al hebreo:

23. רַבִּי יְהוּדָה פָּתַח וְאָמַר, (תהלים מח) כִּי הִנֵּה הַמְּלָכִים נוֹעֲדוּ – זֶה יְהוּדָה וְיוֹסֵף, מִשּׁוּם שֶׁשְּׁנֵיהֶם מְלָכִים, וְהִתְקָרְבוּ זֶה לָזֶה לְהִתְוַכֵּחַ שְׁנֵיהֶם יַחַד, מִשּׁוּם שֶׁיְּהוּדָה עָרַב לְבִנְיָמִין, וְהָיָה עָרֵב לְאָבִיו בּוֹ בָּעוֹלָם הַזֶּה וּבָעוֹלָם הַבָּא, וְעַל כֵּן הִתְקָרֵב לִפְנֵי יוֹסֵף לְהִתְוַכֵּחַ עִמּוֹ עַל עִסְקוֹ שֶׁל בִּנְיָמִין, שֶׁלֹּא לִהְיוֹת בְּנִדּוּי בָּעוֹלָם הַזֶּה וּבָעוֹלָם הַבָּא, כְּמוֹ שֶׁנֶּאֱמַר (בראשית מג) אָנֹכִי אֶעֶרְבֶנּוּ מִיָּדִי תְּבַקְשֶׁנּוּ אִם לֹא הֲבִיאֹתִיו אֵלֶיךָ וְהִצַּגְתִּיו לְפָנֶיךָ וְחָטָאתִי לְךָ כָּל הַיָּמִים, בָּעוֹלָם הַזֶּה וּבָעוֹלָם הַבָּא.
24. וְעַל כֵּן, כִּי הִנֵּה הַמְּלָכִים נוֹעֲדוּ עָבְרוּ יַחְדָּו, הִתְרַגְּזוּ יַחַד וְהִתְרַגְּזוּ זֶה עִם זֶה בִּשְׁבִיל בִּנְיָמִין. מַה כָּתוּב? הֵמָּה רָאוּ כֵּן תָּמָהוּ נִבְהֲלוּ נֶחְפָּזוּ רְעָדָה אֲחָזָתַם שָׁם, לְכָל אוֹתָם שֶׁהָיוּ שָׁם. [לְכָל שְׁאָר הַשְּׁבָטִים שֶׁהָיוּ שָׁם.]
25. חִיל כַּיּוֹלֵדָה, מִשּׁוּם שֶׁהָיוּ פוֹחֲדִים לַהֲרֹג וּלְהֵהָרֵג, וְהַכֹּל בִּשְׁבִיל בִּנְיָמִין. [מַה כָּתוּב? כֵּן תָּמָהוּ נִבְהֲלוּ נֶחְפָּזוּ, וְהַכֹּל בִּגְלָלוֹ] שֶׁהֲרֵי יוֹסֵף נִמְכַּר בִּגְלַל יְהוּדָה וְאָבַד לְאָבִיו, וְכָעֵת עָרַב לוֹ לְבִנְיָמִין, וּפָחַד שֶׁלֹּא יֹאבַד, וּמִשּׁוּם כָּךְ וַיִּגַּשׁ אֵלָיו יְהוּדָה.

Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
Bereshit/Génesis 43:9
«Yo responderé de él; de mi mano lo demandarás: si yo no te lo volviere a traer y lo pusiere delante de ti, ¡lleve yo la culpa por siempre para contigo!».

Iehudá le prometió a su padre, Iaacov, mantener seguro a Biniamin. También conectó la corrección de su alma al proceso porque se sentía responsable por la pérdida de Iosef, el hermano de Biniamin. Ahora Iehudá llega a Iosef pidiéndole que lo libere. El Zohar describe el encuentro como dos reyes que se juntan.

Tehilim/Salmos 48:5
«Pues los reyes se juntarony avanzaron juntos; ellos vieron, se asombraron, quedaron aterrados, huyeron precipitadamente. Un temblor los sobrecogió allí, temor como de parturienta».

La Torá nos brinda solo unas palabras acerca de la reunión entre Iehudá y Iosef, pero el Midrash (Comentario de la Torá) nos cuenta todo lo que ocurrió en el palacio de Iosef.

Iehudá empezó con el razonamiento normal para conseguir que su hermano saliera de la cárcel de Iosef, pero Iosef no se rindió. Iehudá amenazó con sacar su espada y Iosef le dio una señal a su hijo Menashé y éste dio un pisotón con todas sus fuerzas, haciendo temblar el palacio, como si fuera un terremoto. Iehudá dijo que tal poder solo puede venir de su familia, «nadie en el mundo tiene tanta fuerza», pensó.

Iehudá entonces dejó escapar un grito de guerra que contenía el poder espiritual y que fue detectado por Hushim, el hijo de Dan, en la tierra de Knaán. En una fracción de segundo Hushim llegó al lado de Iehudá. Ahora los dos juntos dejaron escapar gritos de guerra, rugiendo como leones. Además de su volumen real, estos gritos también tenían un gran poder espiritual. Como resultado 300 aristócratas egipcios cayeron al suelo por el terror, y sus rostros se torcieron por el resto de sus vidas. Dos ciudades, Pitón y Ramsés, que no quedaban muy lejos también fueron destruidas por sus gritos.

Cuando Iehudá trató de sacar su espada no pudo hacerlo y se dio cuenta de que la persona que tenía frente a él era un santo. Sin embargo, le había prometido a su padre que Biniamin regresaría con él y no podía darse por vencido. Cogió una roca de 400 libras del palacio y con una patada la pulverizó. Menashé hizo lo propio con una piedra similar. Iosef dijo: «Sería mejor que te dieras cuenta de que tenemos hombres tan fuertes como tú».

«Devuélvenos a Biniamin» estalló Iehuda, «para que podamos llevarlo a casa de su padre, si no destruiremos la ciudad!»

Iosef respondió: «¿Por qué no le dices a tu padre que una bestia salvaje mató a Biniamin, al igual que le contaste acerca de Iosef?»

Los hermanos se unieron a Iehudá en la lucha y cuando llegaron 400 soldados egipcios de élite a controlarlos, Iehudá sacó su espada y con sus gritos de guerra los hizo huir del palacio.

La historia continúa y más tarde Iosef se revela a sus hermanos.

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