Traducción Española de Daniel Schulman
46. «Y tiene puesto su corazón en ello» (Dvarim/Deuteronomio 24:15) se refiere al servicio Arvit, que CORRESPONDE A las partes del sacrificio y las partes grasas que quedan de las ofrendas del día. Son como las uvas de la viña y «el rincón de tu campo» (Vaikrá/Levítico 19: 9) de lo cual hemos aprendido que dejar las cosas en forma de caridad dificulta el castigo divino. «Para el pobre y para el extranjero los dejarás» (Id. 10), ESO ES, PARA LA COLUMNA CENTRAL QUE ES ZEIR ANPIN. Porque la Columna Central, cuando está fuera de su lugar, ES DECIR EN EL EXILIO, es llamada ‘extranjero’. Por esta razón, DIJO EL FIEL PASTOR: Yo, siendo mi grado la Columna Central, me autocalifiqué de extranjero en el primer exilio. Este es el significado de «Extranjero he sido en tierra extraña» (Shemot/Éxodo 2:22), porque él, ZEIR ANPIN, está en el exilio por causa DE ISRAEL.
Traducción al hebreo:
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
# 46
‘Y tiene puesto su corazón en ello’ es el aspecto de la oración nocturna, ‘Arvit’. Ésta fue hecha para reemplazar la Luz que se extraía de las ofrendas que se hacían el día previo en el Santo Templo. Estas conectan el último día con el nuevo. Cuando el sol se pone el día termina y el día siguiente comienza con oscuridad. Las ofrendas del día anterior siguen en el altar y se consumen durante la noche. Mantienen a las fuerzas del Lado Negativo alejadas de la Santidad.
Cuando continuamente hacemos acciones positivas, seguimos la Torá y los estudios del Zohar, creamos un escudo de protección alrededor de nosotros. Es el aspecto de la ofrenda que se quema continuamente en el altar para mantener al Otro Lado lejos de nosotros.
Vaikrá/Levítico 19:9-10
«Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu tierra segada».
«Ni tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. Yo soy Hashem, tu Elokim».
Este precepto nos instruye a dejar parte de nuestros ‘frutos’ para los pobres, permitiéndoles venir y recolectar de los dones que Hashem nos dio. Como el fruto de la tierra crece por la gracia de Hashem, también lo hacen nuestros ingresos. Es el mismo principio. El agricultor sabe que incluso si hace todo lo posible para preparar la tierra y planta semillas, todo está en la mano de la naturaleza, que es el poder de Hashem para traer una mejor cosecha. En nuestro día de trabajo o negocio, Hashem puede hacer que nuestra fuente de ingresos florezca o se seque. Podemos hacer que florezca si seguimos la Torá y la compartimos.
Este precepto termina con “Yo soy Hashem, tu Elokim” para decirnos que cumplir este precepto nos conecta directamente con el cumplimiento que viene directamente de Hashem.
Debemos ser siempre generosos compartiendo los regalos que recibimos de Hashem. Al dejar los ‘rincones del campo’ para los pobres, construimos un muro para proteger la continuidad de nuestro campo ‘fructífero’.
Sugiero dar cada semana, especialmente los viernes, incluso en cantidades más pequeñas. El acto de dar cada semana expande nuestras vasijas para recibir la Luz más grande del Shabat. Estoy seguro de que quienes lo hacen ven la diferencia y la ‘fecundidad’ en sus vidas.
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