Traducción Española de Daniel Schulman
83. Y puesto que el hombre ha sido atrapado por esa tormenta de viento, él yace en su lecho de enfermo, como está escrito «Ioná, empero, había descendido al fondo de la nave y acostándose dormía profundamente» (Ioná/Jonás 1:5). Aunque el hombre está enfermo, el alma no se despierta para arrepentirse ante su Señor para redimir sus pecados. Está escrito: «Acercósele entonces el capitán» (Id. 6); ¿quién es el capitán de barco? ¿La Inclinación al Bien que guía a todos? «Y le dijo: ¿Por qué estás durmiendo? ¡Levántate, clama a tu Elokim …» (Id.). Este no es el momento de dormir, porque están siendo juzgados por todo lo que han hecho en este mundo. Arrepiéntanse de sus ofensas.
84. Considera estas cosas y arrepiéntete ante tu Señor. «¿Cuál es tu ocupación?» con la cual has estado ocupado en este mundo, confiésalo ante tu Señor. «¿Y de dónde vienes?» considera de dónde as venido: «una gota pútrida», y no serás arrogante ante Él. «¿Cuál es tu país?» mira que fuiste creado de la tierra, y a la tierra volverás. «¿Y de qué pueblo eres?» Busca méritos de tus ancestros para que te protejan.
85. Una vez que lo llevan a la Corte Superna, la tormenta de viento, que es la Fiscalía que lo ataca, le exige al Rey que condene a los prisioneros del Rey y todos se acercan a EL uno por uno. En ese momento se abre el tribunal. Algunos lo defienden y otros lo acusan. Y la Fiscalía pide el castigo.
Traducción al hebreo:
84. הִתְבּוֹנֵן בַּדְּבָרִים הַלָּלוּ וְשׁוּב לַאֲדוֹנְךָ. מַה מְּלַאכְתְּךָ – שֶׁאַתָּה עָסַקְתָּ בָּהּ בָּעוֹלָם הַזֶּה, וְהוֹדֶה עָלֶיהָ לִפְנֵי רִבּוֹנְךָ. וּמֵאַיִן תָּבוֹא – הִסְתַּכֵּל מֵאַיִן בָּאתָ, מִטִּפָּה סְרוּחָה, וְאַל תִּתְגָּאֶה לְפָנָיו. מָה אַרְצֶךָ – הִסְתַּכֵּל שֶׁהֲרֵי מֵהָאָרֶץ נִבְרֵאתָ וְלָאָרֶץ תָּשׁוּב. וְאֵי מִזֶּה עַם אָתָּה – הִסְתַּכֵּל אִם יֵשׁ לְךָ זְכוּת אָבוֹת שֶׁתָּגֵן עָלֶיךָ.
85. כֵּיוָן שֶׁמַּעֲלִים אוֹתוֹ לְדִין בְּבֵית דִּין שֶׁל מַעְלָה, אוֹתָהּ סְעָרָה, שֶׁהִיא גְּזֵרַת הַדִּין שֶׁסּוֹעֶרֶת עַל הָאָדָם, מְבַקֶּשֶׁת מֵהַמֶּלֶךְ לָדוּן אוֹתָם הַתְּפוּסִים שֶׁל הַמֶּלֶךְ, וְכֻלָּם בָּאִים אֶחָד אֶחָד לְפָנָיו. בְּאוֹתָהּ שָׁעָה מִתְקָרְבִים בֵּית הַדִּין. יֵשׁ מֵהֶם שֶׁפּוֹתְחִים בִּזְכוּת, וְיֵשׁ מֵהֶם שֶׁפּוֹתְחִים בְּחוֹבָה, וּגְזֵרַת הַדִּין תּוֹבַעַת דִּין.
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
Continuación del estudio anterior (ZD # 2980). Léalo antes de continuar con este estudio.
# 83
Ioná/Jonás 1:5
«Temieron entonces los marineros y clamaron cada cual a su dios y echaron al mar los efectos que había en la nave, para aligerarla de ellos. Ioná, empero, había descendido al fondo de la nave y acostándose dormía profundamente»
Id. 1:6
“Acercósele entonces el capitán y le dijo: ‘¿Por qué estás durmiendo? ¡Levántate, clama a tu Elokim, por si acaso piense Elokim en nosotros, de modo que no perezcamos!’”
Mientras los marineros intentaban mitigar el impacto de la tormenta lanzando su carga y rezando a sus dioses, Ioná ignoró la situación y se fue a dormir al vientre del barco. El capitán que navega la vasija es el aspecto de la Inclinación al Bien. Él despertó a Ioná animándolo a orar a su Elokim porque los juicios estaban aumentando y él necesitaba arrepentirse de sus acciones negativas.
# 84
La Inclinación al Bien nos pide que analicemos las acciones que nos conducen a la situación actual que provocó la tormenta sobre nosotros. En el proceso de arrepentimiento debemos vernos a nosotros mismos como simples y humildes vasijas, con una existencia temporal.
# 85
La tormenta es el proceso que atraviesa un hombre cuando es llevado a la Corte superior para el Juicio final. Aquellos que experimentan la tormenta se presentan ante el juez uno a la vez y defienden sus casos. Algunos abren su defensa diciendo sus méritos. Algunos abren su defensa admitiendo sus fechorías.
La fiscalía pide una sentencia.
Lección:
Estamos experimentando una gran tormenta en el mundo. Esta no es una pequeña tormenta en algún lugar lejos de nosotros. Esta tormenta afecta a todo el mundo. Es un tiempo de juicio y cada uno de nosotros será llamado a la Corte Superior para presentar su caso. No podemos escondernos y dormir hasta que termine la tormenta.
La Torá y nuestros estudios son el aspecto del capitán que nos despierta para hacer ‘cuentas’ personales y arrepentirnos. La ‘carga’ es el aspecto de nuestro apego al mundo material que ya no es importante cuando experimentamos una tormenta tal que cualquiera puede lastimar a cualquiera.
El Zohar habla de un tiempo en que algunas personas experimentarán protección y otras vivirían con miedo, tratarán de esconderse del juicio, pero incluso en Nueva Zelanda, que se encuentra en el ‘vientre’ de la ‘nave’, la tormenta puede llegar.
Ioná sabía que él era el responsable de la tormenta. Admitió y pidió a los marineros que lo arrojaran por la borda y se salvaran. Aunque estaba listo para dar su vida por su arrepentimiento, Hashem lo salvó.
Los Israelitas tienen la responsabilidad de arrepentirse y salvar al mundo de la tormenta. Ante que sea nuestro turno para comparecer ante la Corte Superior debemos hacer todo lo posible para seguir el camino recto.
«Shimón el Tzadik era uno de los últimos hombres de la Gran Asamblea. Él solía decir: el mundo se basa en tres cosas: la Torá (el Estudio), el servicio (las Oraciones) y la práctica de actos de misericordia (Tzedaká y buenas obras)».
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