Daily Zohar 4870
Traducción al Español: Daniel Schulman
361. Este Tuval Kaín introdujo las armas al mundo, YA QUE AFILÓ TODA LA CERÁMICA Y EL COBRE Y EL HIERRO. Mientras estaba apegada a su aspecto, esta Naamá solía estar en un estado de gran conmoción. Aún vive, morando entre los rugidos del gran mar. Sale, juega con la gente, se calienta con ellos en el sueño de un hombre, por su lujuria, y se une a él. Le quita esa pasión, pero no más. De esa lujuria, queda embarazada y produce muchas especies DE DEMONIOS en el mundo.
362. Estos hijos, ES DECIR, DEMONIOS Y ESPÍRITUS, que ella dio a luz a los humanos, son VISTOS EN SUEÑOS por hembras humanas que los conciben y dan a luz espíritus. Estos acuden a la Lil primordial y ella los cría. Sale al mundo, busca hijos, ve niños humanos y se une a ellos para matarlos. Luego se une a los espíritus de los niños y va con ese espíritu. Tres espíritus Santos llegan. Vuelan ante ella, toman de ella ese espíritu y lo colocan ante el Santo, bendito sea Él. Allí estudian ante Él.
Traducción al Hebreo:
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#361
Tuval-Kain trajo al mundo instrumentos de matar, pues era forjador de todo tipo de herramientas de cobre y hierro. Y esta Naamá, se excitaba con pasión y se aferraba a su lado espiritual. Hasta el día de hoy, permanece junto a las rugientes olas del gran mar. Sale y juega con seres humanos, excitándolos en sus sueños mediante la lujuria humana y aferrándose a ellos. Les quita la lujuria y nada más. De esa lujuria, queda embarazada y da a luz a otros tipos de demonios en el mundo.
Notas:
Este pasaje del Zohar analiza los orígenes y la continuidad de las fuerzas demoníacas provenientes de la época de Tuval-Kain y Naamá, descendientes de Kaín. Tuval-Kain, el primer herrero, es retratado como el inventor de armas, representando el inicio de la violencia física y la destrucción.
Naamá, una mujer de intensa energía espiritual mezclada con impureza, es descrita como la madre de una prole demoníaca. No es una simple figura histórica, sino una entidad metafísica que representa un canal para la corrupción espiritual a través de la lujuria.
Incluso hoy, dice el texto, reside cerca del gran mar, que a menudo simboliza la frontera entre los reinos físico y espiritual, e interactúa con los seres humanos en sus sueños, atrayéndolos y extrayendo energía a través de sus deseos despertados. De la lujuria humana robada, ella «concibe» y engendra nuevas clases de demonios, continuando la línea de impureza y distorsión espiritual en el mundo.
El Zohar enseña que las fantasías lujuriosas, especialmente cuando se entregan sin santidad ni disciplina, no son meras experiencias personales o psicológicas; pueden alimentar fuerzas espirituales de impureza y perpetuar la negatividad en el mundo. Esta advertencia destaca la importancia de la santidad personal, especialmente en pensamiento y emoción.
Para la mayoría de las personas, tales pensamientos o sueños deberían ser redirigidos a través de la Teshuvá, el estudio de la Torá y la modestia en la acción y el pensamiento, sabiendo que incluso los deseos pueden elevarse o purificarse.
#362
Y esos hijos —es decir, los demonios y espíritus— que ella (Naamá) da a luz de seres humanos se encuentran y aparecen en sueños a hembras humanas, y ella queda embarazada de ellos y da a luz espíritus.
Todos ellos van a la primera Lil y ella los cría. Sale al mundo en busca de hijos humanos. Cuando ve a los hijos de los seres humanos, se aferra a ellos para matarlos y para unirse al espíritu (alma) de los hijos humanos, y se va con ese espíritu.
Entonces, tres espíritus santos aparecen, volando ante ella, y toman esa alma de ella y la colocan ante el Santo, bendito sea Él, y allí aprende ante Él.
Notas:
Lil (No pronunciar su nombre): Estos espíritus son reunidos por Lil, la antigua y poderosa entidad espiritual asociada con la muerte, la seducción y el daño a los niños, como se explica en la Cábala. Se dice que ella invoca a estos espíritus y los usa para dañar a los humanos, especialmente a los niños.
Se dice que fuerzas impuras, como Lil y sus descendientes, se alimentan de la debilidad humana, especialmente de la impureza sexual y la vulnerabilidad espiritual durante el sueño. Estas fuerzas atacan especialmente a los niños, quienes representan la inocencia y la continuidad; sin embargo, las fuerzas Divinas protegen y elevan a estas almas perdidas.
El Zohar enseña que ninguna alma es olvidada; incluso aquellas que son arrebatadas trágicamente son reunidas ante Hashem para continuar su ascenso.
Hashem redime cada alma, e incluso en circunstancias trágicas, la chispa interior del niño se eleva hacia el aprendizaje Divino y la paz.
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