Traducción Española de Daniel Schulman
28. Cuando el alma es débil y el cuerpo fuerte, el hombre es aborrecido por el Santo, bendito sea Él, que no se preocupa por él. Por lo tanto, Él no le inflige ningún sufrimiento en este mundo. Su vida transcurre sin sobresaltos y perfectamente, porque si este hombre da limosna o realiza un acto de bondad, el Santo, bendito sea Él, lo recompensa en este mundo porque no tendrá parte alguna en el Mundo Venidero. Esta es la razón por la cual Onkelos traduce el versículo: «Pero a los que Le odian les da la recompensa» (Dvarim/Deuteronomio 7:10), ya que «Y les paga a aquellos que aborrece en este mundo». Así, la persona justa, que siempre experimenta dolor, es amada por el Santo, bendito sea Él. Esto es cierto sólo si no ha cometido ningún pecado que merezca castigo.
Traducción al hebreo:
28. וְכַאֲשֶׁר הַנְּשָׁמָה חַלָּשָׁה וְגוּף חָזָק, הוּא שׂוֹנְאוֹ שֶׁל הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא, שֶׁאֵינוֹ מְרֻצֶּה בּוֹ, לֹא נוֹתֵן לוֹ צַעַר בָּעוֹלָם הַזֶּה, אֶלָּא דְּרָכָיו מְתֻקָּנוֹת וְהוּא בִּשְׁלֵמוּת יְתֵרָה, מִשּׁוּם שֶׁאִם עוֹשֶׂה צְדָקָה אוֹ חֶסֶד, הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא מְשַׁלֵּם לוֹ אֶת שְׂכָרוֹ בָּעוֹלָם הַזֶּה, וְלֹא יִהְיֶה לוֹ חֵלֶק בָּעוֹלָם הַהוּא. וְזֶהוּ שֶׁתִּרְגֵּם אוּנְקְלוּס (דברים ז) וּמְשַׁלֵּם לְשׂוֹנְאָיו וְגוֹ’ – מְשַׁלֵּם לְשׂוֹנְאָיו טוֹבוֹת שֶׁהֵם עוֹשִׂים [הוּא], וּמִשּׁוּם כָּךְ אוֹתוֹ צַדִּיק שֶׁנִּשְׁבָּר תָּמִיד הוּא אָהוּב שֶׁל הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא. וְהַדְּבָרִים הַלָּלוּ כְּשֶׁבָּדַק, וְלֹא מָצָא חֵטְא בְּיָדוֹ שֶׁנֶּעֱנַשׁ עָלָיו.
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel SchulmanDvarim/Deuteronomio 7:10
«Pero a los que Le odian les da la recompensa en su misma cara para destruirlos: no tardará con aquel que Le odia, en su misma cara le dará la recompensa»
Hemos estudiado previamente que las dificultades que una persona atraviesa son a causa de las acciones preivas de esta vida o de anteriores. El dolor es sólo una oportunidad para ‘pagar’ por ‘pecados’ del pasado.
Las recompensas por las buenas acciones son otorgadas de varias maneras. Los que no tienen la conciencia de ganarse la luz en beneficio del alma, reciben sus recompensas de inmediato en este mundo. Sus ‘ganancias’ se dirigen a las cosas buenas en este mundo y pierden la posibilidad de la inmortalidad en el futuro.
Los que son puros en sus conciencias y sin la conciencia de la Luz, reciben oportunidades para acercarse y ganar las recompensas del futuro. Muchas personas buenas llegaron a la Cabalá porque expresaron el deseo de conectarse a la Luz. Una vez que aceptaron a la Luz en sus vidas, su proceso se hizo más difícil para lograr una mayor limpieza del alma y acumular ganancias para el futuro.
Las personas justas son amados por Hashem y reciben un tratamiento especial. Se les proporciona una gran cantidad de oportunidades para romper su conciencia corporal y sus deseos de confort material. Este proceso les permite ampliar su vasija con mayor ‘vacío’ en este mundo, para que su alma pueda tener mayor capacidad para la impresionante Luz que se revelará en el Mundo Venidero.
Rabí Yehuda bar Ilai, un gran Taná (un nivel espiritual con la capacidad de resucitar a los muertos) de la generación de Rabí Shimón y un estudiante de Rabí Akiva vivió su vida en la pobreza.
Una vez, Rabán Shimón ben Gamliel decretó un día de oración y ayuno. Rabí Iehudá no pudo asistir a la reunión porque no tenía abrigo para ponerse. Rabán Shimon ben Gamliel le envió un abrigo como regalo, pero Rabí Iehudá se negó a tomarlo. En lugar de esto, levantó la alfombra sobre la cual estaba sentado y le mostró el mensajero cómo debajo de ella yacían muchas monedas de oro. Luego dijo: «Vea la cantidad de riqueza que tengo, pero no deseo hacer uso de ella en Este Mundo». Aunque la aparición de monedas de oro debajo de su alfombra era un milagro, Rabí Iehudá Iehudá bar Ilai estaba mostrando que si deseara dinero, fácilmente podría conseguirlo.
Los grandes Tzadikim tuvieron la mejor conexión y elevación espiritual para entender el valor de trabajar en este mundo para ganar las grandes recompensas del Mundo Venidero. A pesar de que Rabí Shimón tenía el poder de controlar el mundo material, nunca usó sus habilidades para su beneficio personal. Cuando su suegro se sorprendió al ver su estado físico después de 12 años en la cueva, Rabí Shimón le explicó que su cuerpo quebrantado es la recompensa por sus estudios de la Torá.
El Santo Ari tenía una tienda, que abrió por un corto tiempo, sólo para tener algún ingreso para la vida básica.
Rabí Ashlag no ahorró dinero y utilizó para dar lo que le quedaba de sus ganancias para dar Tzedaká. Su conciencia era demostrar 100% de confianza en Hashem.
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