Traducción Española de Daniel Schulman
43. Ven y mira: cada uno de los seis días de la Creación tiene su propia forma y rostro del grado que lo rige. No existe un día que no contenga un bien. ES DECIR, SE DICE EN ELLOS: «Y VIO ELOKIM QUE ERA BUENO» (BERESHIT/GÉNESIS 1:10). Aunque «que era bueno» no se menciona en el segundo día, se encuentra mencionado en el tercer día. Por lo tanto, «bueno» se menciona dos veces en éste.
44. Cada día tiene sus barreras exteriores, de modo que no todo el mundo pueda entrar en la bondad de éste, ES DECIR, existe oscuridad que vela la luz, ya que se puede encontrar luz en el primer día y también encontrar oscuridad en él. Y ASÍ, en cada día hay barreras que protegen, al igual que las espinas QUE PROTEGEN la viña, para que los extraños no entren en ella. Hay otros tipos de guardianes, como las víboras, los escorpiones y las serpientes venenosas que protegen el bien, para que las personas indignas no sean capaces de entrar. Si no hubiera barreras, todos los malvados tendrían la posibilidad de acceder a los secretos de la Torá.
45. Por lo tanto, muchos ángeles de destrucción que se denominan tinieblas y oscuridad, y las serpientes y los escorpiones que son llamados animales salvajes, confunden la mente de aquel que es malvado y tiene acceso a los secretos de la Torá para evitar que entre adonde no pertenece.
Traducción al hebreo:
44. וּלְכָל יוֹם יֵשׁ גָּדֵר מִבַּחוּץ שֶׁלֹּא יִכָּנֵס כָּל אָדָם לְאוֹתוֹ טוֹב, כְּמוֹ חֹשֶׁךְ שֶׁמְּכַסֶּה אֶת הָאוֹר. שֶׁתִּמְצָא בְּיוֹם רִאשׁוֹן אוֹר, וְתִמְצָא בּוֹ חֹשֶׁךְ. בְּכָל יוֹם תִּמְצָא שְׁמִירָה, וְאוֹתָם שׁוֹמְרִים הֵם כְּמוֹ קוֹצִים לַכֶּרֶם. וְיֵשׁ שׁוֹמְרִים אֲחֵרִים, כְּמוֹ נְחָשִׁים וְעַקְרַבִּים וּשְׂרָפִים, וְשׁוֹמְרִים אוֹתוֹ טוֹב שֶׁלֹּא יִכָּנֵס לְשָׁם מִי שֶׁאֵינוֹ רָאוּי לְהִכָּנֵס. וְאִם לֽא – כָּל הָרְשָׁעִים הָיוּ נִכְנָסִים בְּסוֹדוֹת הַתּוֹרָה.
45. וּמִשּׁוּם זֶה, מִי שֶׁהוּא רָשָׁע וְיִכָּנֵס לָדַעַת סוֹדוֹת הַתּוֹרָה, כַּמָּה מַלְאֲכֵי חַבָּלָה שֶׁנִּקְרָאִים חֹשֶׁךְ וַאֲפֵלָה, נְחָשִׁים וְעַקְרַבִּים, חַיּוֹת בָּר נִקְרָאִים, וּמְבַלְבְּלִים מַחֲשַׁבְתּוֹ שֶׁלֹּא יִכָּנֵס לְמָקוֹם שֶׁאֵינוֹ שֶׁלּוֹ.
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
Continuación del ZD anterior
Toda forma de existencia tiene un «rostro». Esto significa diez Sefirot y cinco luces interiores. Cada forma tiene su responsable en el nivel espiritual.
El Zohar revela que cada uno de los seis días de la Creación tiene un «rostro» que coincide con el nivel que lo rige. Cada día tiene su propio aspecto bueno y aunque no lo veamos, como en el segundo día de la Creación, éste aparece en el tercer día, cuando leemos que en el tercer día dice ‘bueno’ dos veces.
Cada día tiene su propia frontera exterior para proteger el bien que hay dentro. Esta frontera no permite que ingresen quienes no son afines. El bien interior está protegido con una «cáscara» que no puede ser penetrada por aquellos que no aprecian o no conocen lo que la cáscara protege.
Los secretos de la Torá están ocultos bajo muchas capas. Para llegar a la profunda Luz interior de la Torá necesitamos llegar a nuestra Luz interior y esto se logra siguiendo los preceptos de la Torá; con cada precepto al que nos conectamos revelamos una Luz diferente. Cuando hacemos algo más, revelamos más y llegamos a un nivel que nos hace querer más, porque sentimos el placer que proviene de la luz de la Torá. Las generaciones recientes y en especial nuestra generación, tiene el mérito de conectar con el Zohar, que revela los niveles más elevados de la Luz de la Torá.
Desafortunadamente hay personas que desean hacer uso de la luz del Zohar con fines egoístas. Es incorrecto utilizar el Zohar como una herramienta para crear magia en la vida de una persona. El resultado podría ser todo lo contrario de lo que desean tener. Para entrar en la Luz interior de la Tora y el Zohar debemos tener afinidad con esa Luz. Eso significa que debemos tener amor incondicional, que solo puede llegar cuando se sigue las leyes de la Torá. El estudio del Zohar es el precepto del estudio de la Torá y es el único que nos brinda la Luz más grande y hace que brille nuestro ‘rostro’.
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