Traducción al Español: Daniel Schulman
31. El versículo «y alzó sus ojos, y miró, y he aquí tres varones estaban junto a él» se refiere a aquellos que critican su comportamiento y examinan sus actos tal como él los confiesa con su boca. Y debido a que el alma ve todo esto, deja el cuerpo y llega a la garganta (faringe), donde permanece hasta que éste confiesa y vuelve a contar todo lo que el cuerpo hizo junto con ella en este mundo. Entonces el alma del justo está feliz con lo que ha hecho, y es feliz con su depósito. Hemos aprendido que Rabí Itzjak dijo: El alma del justo siente gran deseo por el momento en que deberá dejar este mundo, que es inútil, para poder disfrutar en el Mundo que Viene.
Traducción al Hebreo:
31. וַיִּשָּׂא עֵינָיו וַיַּרְא וְהִנֵּה שְׁלֹשָׁה אֲנָשִׁים, הַמְבַקְּרִים מַעֲשָׂיו מַה שֶּׁעָשָׂה, וְהוּא מוֹדֶה עֲלֵיהֶם בְּפִיו. וְכֵיוָן שֶׁהַנְּשָׁמָה רוֹאָה כָּךְ, יוֹצֵאת מִן הַגּוּף עַד פֶּתַח בֵּית הַבְּלִיעָה, וְעוֹמֶדֶת שָׁם עַד שֶׁמִּתְוַדָּה כָּל מַה שֶּׁעָשָׂה הַגּוּף עִמָּהּ בָּעוֹלָם הַזֶּה. וְאָז נִשְׁמַת הַצַּדִּיק הִיא שְׂמֵחָה בְּמַעֲשֶׂיהָ וּשְׂמֵחָה עַל פִּקְדוֹנָהּ. שֶׁשָּׁנִינוּ, אָמַר רַבִּי יִצְחָק, נִשְׁמָתוֹ שֶׁל צַדִּיק מִתְאַוָּה אֵימָתַי תֵּצֵא מִן הָעוֹלָם הַזֶּה שֶׁהוּא הֶבֶל כְּדֵי לְהִתְעַנֵּג בָּעוֹלָם הַבָּא.
Comentario de Zion Nefesh:
Bereshit/Génesis 18:1
«Y se le apareció Hashem junto al encinar de Mamré, mientras estaba sentado a la puerta de su tienda, al calor del día».
El Zohar explica que «Y se le apareció Hashem junto al encinar de Mamré» es un secreto acerca del momento en que la persona deja el mundo. Ese es el gran día del juicio, cuando el alma se separa del cuerpo. La persona realmente no muere hasta que su alma ve a la Shejiná.
Shemot/Éxodo 33:20
Y dijo, no puedes ver mi rostro, porque el hombre no puede verme y vivir»
Cuando el alma es de una persona justa, tres Arcángeles vienen con la Shejiná para recibir su alma.
Bereshit/Génesis 18: 2
«Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban de pie delante de él».
Las palabras «al calor del día» son el aspecto del Día del Juicio que quema como un horno. El alma debe pasar por el fuego para separarse del cuerpo que la viste en este mundo. Los deseos para uno mismo son como un pegamento en el alma y sólo pueden ser removidos con el fuego.
El alma abandona el cuerpo y espera por la garganta. El proceso de juicio es sustanciado Arriba para determinar el proceso que debe seguir el alma más allá de la vida. Si el alma no es suficientemente pura para tener sentencia favorable puede beneficiarse de los méritos de los padres y de otras almas en la familia. Las almas de apoyo pueden enviar el alma de vuelta a este mundo, para realizar correcciones y ganar un mejor lugar después de fallecer.
El alma se para delante de los jueces, quienes revisan la lista de todas sus acciones mientras estaba en el cuerpo. El alma del justo es feliz en ese momento porque ella ganó las recompensas que llegan por esa vía. El justo desea el día que deja este mundo que es todo vanidad de vanidades (Kohelet/Eclesiastés 1:2). El propósito del justo en esta vida es seguir el camino de la Torá, hacer sólo el bien a los demás y ganar el mérito de la vida en el Mundo por Venir, la Redención Final y la inmortalidad. El estado temporal de existencia es sólo un tiempo para trabajar y ‘salvar’ las ganancias para el próximo mundo.
La muerte de los justos, los Tzadikim, es un estado de sueño hasta la Resurrección. Es por eso que podemos hacer una buena conexión con los Tzadikim, los que están vivos y los que duermen, especialmente en el día de luna llena, el día previo al Rosh Jodesh y el aniversario de su fallecimiento, Hilulá.
En la segunda bendición de la oración silenciosa (Amidá) recitamos.
“Tú sustentas a los vivos con Jesed, resucitas a los muertos con gran misericordia, sostienes a los caídos y curas a los enfermos, liberas a los prisioneros y mantienes Tu fidelidad hacia los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, Señor de hechos poderosos? ¿Y Quién se te asemeja, Rey que causas la muerte y haces vivir, y haces florecer la salvación? Y Tú eres fiel para resucitar a los muertos. Bendito eres Tú, Eterno, que resucita a los muertos”.
La «lista de deseos» es buena para las personas que ‘mueren» (que no serán resucitadas), no para aquellas que desean merecer la inmortalidad en el Mundo por Venir.
Concéntrese en su largo futuro y llegará al punto de no temerle a la muerte. El único temor que todos deberíamos tener es de no completar nuestro Tikún personal, no apoyar el Tikún de otros y no aportar al Tikún del mundo entero.
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