Daily Zohar 4562
Traducción al Español: Daniel Schulman
278. La segunda MENCIÓN EN EL VERSÍCULO, «HABITARÁ» EN TERCERA PERSONA es para el pueblo en general, ES DECIR, para quien tiene participación en la nación y en la tierra santa; él habita en el secreto de la Fe para recibir invitados y regocijarse en este mundo y en el Mundo que Viene. Nos corresponde alegrar a los pobres. La razón es que la porción de los invitados que invitó A SU COMIDA pertenece a los pobres. El que se sienta a la sombra de la Fe e invita a estos nobles invitados, los invitados de la Fe, pero no les da, ES DECIR A LOS POBRES, su parte DE LA COMIDA, todos LOS INVITADOS se alejan de él y dicen: «No comas del pan de aquel que tiene ojo maligno…» (Mishlé/Proverbios 23:6). Así la mesa que él puso es suya, EL QUE TIENE MAL OJO, y no del Santo, bendito sea Él. De él está escrito: «y esparciré estiércol sobre vuestros rostros estiércol, es el estiércol de vuestras víctimas de las solemnidades” (Malají/Malaquías 2:3). ¡Ay de aquel hombre cuando los invitados de la Fe se aparten de su mesa!
279. Rabí Aba dijo: Avraham durante toda su vida solía pararse en el cruce del camino para invitar a los invitados y poner la mesa para ellos. Ahora, EN SUCOT, si uno lo invita a él y a todos los demás justos y al rey David pero no les da su parte, Avraham se levanta de la mesa y grita: “Os ruego que os alejéis de las tiendas de estos malos hombres” (Bemidbar/Números 16:26), y todos se alejan tras él. Itzjak dice: «pero el vientre de los inicuos padecerá necesidad» (Mishlé/Proverbios 13:25), y Iaacov dice: «El bocado que has comido, lo vomitarás» (Mishlé/Proverbios 23:8). El resto de los justos, ES DECIR MOSHÉ Y AHARÓN, dicen: «Porque todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, sin que haya lugar (limpio)» (Ieshaiahu/Isaías 28:8).
Traducción al Hebreo:
279. וְאָמַר רַבִּי אַבָּא, אַבְרָהָם, כָּל יָמָיו הָיָה עוֹמֵד בְּפָרָשַׁת דְּרָכִים לְזַמֵּן אוֹרְחִים וּלְסַדֵּר לָהֶם שֻׁלְחָנוֹת. עַכְשָׁו שֶׁמַּזְמִינִים אוֹתוֹ וְאֶת כָּל הַצַּדִּיקִים וְאֶת דָּוִד הַמֶּלֶךְ וְאֵין נוֹתְנִים לָהֶם אֶת חֶלְקָם, אַבְרָהָם עוֹמֵד מֵהַשֻּׁלְחָן וְקוֹרֵא: (במדבר טז) סוּרוּ נָא מֵעַל אָהֳלֵי הָאֲנָשִׁים הָרְשָׁעִים הָאֵלֶּה. וְכֻלָּם עוֹלִים אַחֲרָיו. יִצְחָק אָמַר, (משלי יג) וּבֶטֶן רְשָׁעִים תֶּחְסָר. יַעֲקֹב אָמַר, (שם כג) פִּתְּךָ אָכַלְתָּ תְקִיאֶנָּה. וּשְׁאָר כָּל הַצַּדִּיקִים אוֹמְרִים, (ישעיה כח) כִּי כָּל שֻׁלְחָנוֹת מָלְאוּ קִיא צֹאָה בְּלִי מָקוֹם.
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#278
El segundo caso donde la Escritura dice “Habitarán”, usando un lenguaje más oculto o indirecto, está dirigido a la gente del mundo. Esto significa que quienes tienen parte entre el pueblo y en Tierra Santa habitan a la sombra de la Fe para recibir a los invitados, para regocijarse en este mundo y en el Mundo que Viene. Es necesario llevar alegría a los pobres. La razón de esto es que la parte de los invitados que uno ha invitado a su comida pertenece a los pobres. Y aquel que habita en esta sombra de la Fe, invitando a estos invitados supernos de la fe (Ushpizin) y no les da su porción de la comida, es decir, a los pobres, todos los invitados se levantan contra él y dicen:
Mishlé/Proverbios 23:6
«No comas del pan de aquel que tiene ojo maligno, ni anheles sus manjares deliciosos”
Resulta que esta mesa que ha puesto es suya, del tacaño, y no es del Santo, bendito sea Él, de quien está escrito:
Malají/Malaquías 2:3
«He aquí que echaré Mi reprensión sobre vuestras sementeras y esparciré estiércol sobre vuestros rostros estiércol, es el estiércol de vuestras víctimas de las solemnidades; y a vosotros se osa sacará afuera juntamente con él”
Vuestras celebraciones se vuelven profanas, y no Mis festividades. ¡Ay de aquel hombre en el momento en que estos invitados de la Fe se alejen de su mesa!
Lección:
Esta enseñanza del Zohar enfatiza las responsabilidades éticas y comunitarias entrelazadas con las prácticas espirituales de Sucot. La Sucá no es sólo un lugar para la elevación espiritual personal, sino también para ejercer la generosidad y la inclusión, especialmente hacia los pobres y necesitados.
No cumplir con esta obligación social más amplia resulta en una profunda pérdida espiritual, donde incluso los invitados divinos, que representan la Luz de las Siete Sefirot, retiran su presencia. Esto entrelaza la alegría de Sucot con actos de caridad, lo que sugiere que la verdadera celebración de las bendiciones de Hashem está incompleta sin extender esas bendiciones a los menos afortunados.
Cuando no tenemos gente realmente pobre a quien invitar, damos a los canales de Luz porque la Luz trae sustento y bendiciones a todos.
#279
Rabí Aba dijo: Avraham, quien todos sus días estuvo en la encrucijada para invitar a los invitados y ponerles la mesa. Ahora, durante Sucot, si lo invitamos junto con todos los demás Tzadikim, incluido el rey David, y no les damos su parte, Avraham se levantaría de la mesa y declararía:
Bemidbar/Números 16:26
“Y habló (Moshé) a la congregación, diciendo: ‘Os ruego que os alejéis de las tiendas de estos malos hombres y no toquéis ninguna cosa de lo suyo, para que no perezcáis a causa de todos sus pecados’”
Y todos los Ushpizin, la Luz de las siete Sefirot, se retirarían tras Avraham. Itzjak diría:
Mishlé/Proverbios 13:25
«El justo come hasta saciar su apetito, pero el vientre de los inicuos padecerá necesidad»
Iaacov diría,
Id. 23:8
“El bocado que has comido, lo vomitarás; y habrás desperdiciado tus palabras amenas”
Y los otros Tzadikim, es decir, Moshé y Aharón, dirían:
Ieshaiahu/Isaías 28:8
«Porque todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, sin que haya lugar (limpio)»
Lección:
Este vívido retrato resalta las graves consecuencias espirituales de descuidar las necesidades de los pobres durante un tiempo dedicado a la hospitalidad y el compartir. Refuerza la idea de que la esencia de Sucot no es sólo regocijarse por las bendiciones de Elokim sino también extender esas bendiciones a través de actos de bondad y caridad. No hacerlo, especialmente cuando se invoca la presencia de Avraham y otros Patriarcas en la mesa, equivale a traicionar el espíritu de la festividad y los principios que nos enseñaron. La Sucá puede convertirse en un lugar de juicio, reflejando la rectitud o los defectos de quienes habitan en ella.
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