ZOHAR DIARIO # 4581 – NASÓ – MÁS QUE DIEZ PRÍNCIPES DE LA CIUDAD




Daily Zohar 4581

Holy Zohar text. Daily Zohar -4581

Traducción al Español: Daniel Schulman

175. Cuando el sacerdote extiende sus manos, la Shejiná descansa sobre sus dedos, ya que el Santo, bendito sea Él, está de acuerdo con el sacerdote con estas bendiciones. Israel es bendecido por ambos lados, desde aAriba y desde abajo. Desde Arriba es desde la Shejiná que reposa en sus dedos y DESDE ABAJO ES desde el sacerdote que bendice.

176. Ven y mira, las cosas que se hacen ABAJO despiertan asuntos CORRESPONDIENTES Arriba. De manera similar, con la extensión de los dedos del sacerdote de abajo, la Shejiná despierta para venir y descansar sobre ellos. También hay varias cosas en el mundo que inspiran asuntos de Arriba, ya que otro poder se despierta Arriba con el despertar de abajo. Ya lo hemos explicado en varios lugares. Esa es la razón de TOMAR el Lulav y la razón de TOCAR el Shofar. Así como en esta materia hay diez dedos, la Shejiná se inspira para reposar sobre ellos y otros diez niveles se inspiran arriba – QUE SON LAS DIEZ SEFIROT DE ZEIR ANPIN – para iluminar. Y todo esto es simultáneo.

177. Por lo tanto, una persona no debe levantar los dedos en vano, excepto durante la oración y las bendiciones y ante el nombre del Santo, bendito sea Él. Ya hemos explicado que LEVANTAR LOS DEDOS ES despertar el Santo Nombre y el secreto de la Fe. Los dedos levantados designan por su rectitud diez gobernantes. YA QUE LOS DEDOS ALUDEN A LA REVELACIÓN DE JOJMÁ, ESTÁ ESCRITO: “LA SABIDURÍA FORTALECE AL SABIO MÁS QUE DIEZ PRÍNCIPES” (KOHELET/ECLESIASTÉS 7:19). Explicamos esto y el sacerdote tiene que dar su bendición con una actitud adecuada, con el reconocimiento de la Shejiná, como aprendimos.

 

Traducción al Hebreo:

175. וּכְשֶׁפּוֹרֵשׂ הַכֹּהֵן אֶת יָדָיו, הַשְּׁכִינָה שׁוֹרָה עַל אוֹתָן הָאֶצְבָּעוֹת, שֶׁהֲרֵי הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא הִסְכִּים עִם הַכֹּהֵן בְּאוֹתָן בְּרָכוֹת. וְיִשְׂרָאֵל מִתְבָּרְכִים מִשְּׁנֵי צְדָדִים – מִלְמַעְלָה וּמִלְּמַטָּה. מִלְמַעְלָה – הַשְּׁכִינָה שֶׁשּׁוֹרָה עַל אוֹתָן אֶצְבָּעוֹת, וְהַכֹּהֵן שֶׁמְּבָרֵךְ.
176. בֹּא רְאֵה, דְּבָרִים שֶׁעוֹשִׂים, מְעוֹרְרִים דְּבָרִים לְמַעְלָה. כְּמוֹ זֶה בִּפְרִישַׂת אֶצְבְּעוֹת הַכֹּהֵן לְמַטָּה, מִתְעוֹרֶרֶת הַשְּׁכִינָה לָבֹא וְלִשְׁרוֹת עָלֵינוּ. וְכֵן כַּמָּה דְבָרִים הֵם בָּעוֹלָם שֶׁמְּעוֹרְרִים דְּבָרִים לְמַעְלָה, שֶׁהֲרֵי בַּהִתְעוֹרְרוּת שֶׁלְּמַטָּה מִתְעוֹרֵר כֹּחַ אַחֵר לְמַעְלָה, וְזֶה בֵּאַרְנוּ בְּכַמָּה מְקוֹמוֹת. וְהַיְנוּ טַעַם הַלּוּלָב וְהַיְנוּ טַעַם הַשּׁוֹפָר. וּכְמוֹ הֵם בְּגָוֶן זֶה עֶשֶׂר אֶצְבָּעוֹת מְעוֹרְרוֹת הַשְּׁכִינָה לִשְׁרוֹת עֲלֵיהֶן. מִתְעוֹרְרוֹת עֶשֶׂר מַעֲלוֹת אֲחֵרוֹת לְהָאִיר, וְהַכֹּל בְּשָׁעָה אַחַת.
177. וְעַל כָּךְ אָסוּר לְבֶן אָדָם לִזְקֹף אֶצְבָּעוֹת בִּזְקִיפוּת לְחִנָּם, אֶלָּא בַּתְּפִלָּה וּבִבְרָכוֹת וּבַשֵּׁם שֶׁל הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא. וַהֲרֵי בֵּאַרְנוּ, שֶׁהֵם הַמְּעוֹרְרִים אֶת הַשֵּׁם הַקָּדוֹשׁ וְסוֹד הָאֱמוּנָה. זְקִיפוּת הָאֶצְבָּעוֹת, מְמֻנִּים בְּאוֹתָהּ זְקִיפוּת שֶׁלָּהֶן עֲשָׂרָה שַׁלִּיטִים, כְּמוֹ שֶׁבֵּאַרְנוּ. וְהַכֹּהֵן צָרִיךְ לְבָרֵךְ בְּעַיִן טוֹבָה בְּהַסְכָּמַת הַשְּׁכִינָה, כְּמוֹ שֶׁנִּתְבָּאֵר.

 

Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior

#175
Cuando el sacerdote extiende sus manos, la Shejiná descansa sobre esos dedos, porque el Santo, bendito sea Él, está de acuerdo con el sacerdote en estas bendiciones. Israel es bendecido desde dos direcciones: desde Arriba, desde la Shejiná que descansa sobre los dedos, y desde abajo, desde el sacerdote que bendice.

#176
Ven y mira, las acciones realizadas abajo despiertan las acciones correspondientes Arriba. De manera similar, cuando el sacerdote extiende sus dedos hacia abajo, la Shejiná se despierta para venir y descansar sobre ellos. Muchas acciones en el mundo de abajo despiertan cosas de Arriba porque un despertar abajo hace que se despierte otra fuerza Arriba. Ya hemos estudiado esto en varios lugares.

Esta es la razón para tomar el Lulav y esta es la razón para tocar el shofar. Así como ocurre con los diez dedos, también se despierta la Shejiná para descansar sobre ellos, y se despiertan otros diez niveles superiores, que son las diez sefirot de Zeir Anpin, para iluminar, y todo esto sucede al mismo tiempo.

#177
Por lo tanto, una persona tiene prohibido levantar los dedos inútilmente, sino sólo durante la oración, las bendiciones y la invocación del nombre del Santo, bendito sea Él. Ya hemos aprendido que levantar los dedos es un despertar del Santo Nombre y del secreto de la Fe. El levantamiento de los dedos designa diez príncipes porque los dedos aluden a la revelación de Jojmá, como está escrito,

Kohelet/Eclesiastés 7:19
“La sabiduría fortalece al sabio más que diez príncipes que haya en una ciudad”

Como hemos establecido, el sacerdote debe bendecir con buen ojo y estar de acuerdo con la Shejiná, como hemos aprendido.

Lección:
Esta enseñanza enfatiza el principio de acciones espirituales recíprocas entre los niveles inferiores y espirituales. Las acciones realizadas en el mundo físico, como que el sacerdote extienda los dedos durante la bendición, tienen el poder de invocar la presencia de la Shejiná en los reinos espirituales.

Este principio se ilustra aún más con las prácticas de tomar el Lulav durante Sucot y tocar el shofar durante Rosh Hashaná, que se consideran acciones que desencadenan los correspondientes movimientos espirituales y despertares superiores. Los diez dedos del sacerdote corresponden a las diez sefirot de Zeir Anpin, y su activación a través de las acciones rituales provoca una iluminación y una bendición simultáneas desde Arriba, demostrando la interconexión de los mundos físico y espiritual.

Este pasaje enfatiza aún más el carácter sagrado y la intencionalidad que se requieren al levantar los dedos en contextos religiosos. El acto de levantar los dedos no es un gesto casual sino una práctica espiritual profunda que debe reservarse para momentos de oración, bendiciones e invocación del nombre de Hashem.

Los dedos simbolizan la revelación de Chokmah y el nombramiento de príncipes espirituales, reflejando el versículo de Kohelet sobre la fuerza de la sabiduría (nivel de Jojmá). El sacerdote, al bendecir, debe hacerlo con benevolencia y en armonía con la presencia de la Shejiná, asegurando que la bendición sea potente y alineada con las verdades espirituales establecidas en la Torá.

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