ZOHAR DIARIO # 4680 – AJAREI MOT – ¿QUIÉN PUEDE COMER DEL ‘ALIMENTO SAGRADO’?




Daily Zohar 4680

Holy Zohar text. Daily Zohar -4680

Traducción al Español: Daniel Schulman

296. Debido a esto, todos aquellos que no están marcados en su carne con la santa impresión, ES DECIR QUE NO ESTÁN CIRCUNCIDADOS, no son Su pueblo. No son DEL SANTO, BENDITO SEA ÉL. Es evidente que ellos derivan de la dirección de la impureza y está prohibido fraternizar con ellos y hablar con ellos con respecto a los asuntos del Santo, bendito sea Él. Está prohibido relatar las palabras de la Torá con ellos, ya que toda la Torá es el nombre del Santo, bendito sea Él.. Cada letra de la Torá está conectada con el Santo Nombre; POR LO TANTO, CUALQUIER PERSONA cuya carne no esté marcada con la Santa Impresión no debe ser informada de las palabras de la Torá, y uno no debe estudiar con él.

297. Rabí Shimón abrió la discusión diciendo: «Esta es la ley de Pesaj: ningún extranjero comerá de ella» (Shemot/Éxodo 12:43). También está escrito, «más a todo siervo de varón…» (Id. 44) y «el extranjero asalariado no comerá de ella» (Id. 45). Si algo como comer el Cordero Pascual está prohibido a los incircuncisos solo porque insinúa una materia santa, ES DECIR, PORQUE «HASHEM PASARE POR LA PUERTA …» (ID. 23), entonces cuánto más debería la Torá, que es El santo de los Santos, el sublime nombre del Santo, bendito sea Él, estar prohibida para ellos.

 

Traducción al Hebreo:

296. וּמִשּׁוּם כָּךְ, כָּל אוֹתָם שֶׁלֹּא רְשׁוּמִים בָּרֹשֶׁם הַקָּדוֹשׁ בִּבְשָׂרָם, הֵם אֵינָם שֶׁלּוֹ, וְנוֹדָעִים שֶׁכֻּלָּם מִצַּד הַטֻּמְאָה הֵם בָּאִים, וְאָסוּר לְהִתְחַבֵּר עִמָּהֶם וּלְדַבֵּר עִמָּם בְּדִבְרֵי הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא, וְאָסוּר לְהוֹדִיעָם דִּבְרֵי תוֹרָה, כִּי הַתּוֹרָה כֻּלָּהּ שְׁמוֹ שֶׁל הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא, וְכָל אוֹת שֶׁל הַתּוֹרָה נִקְשֶׁרֶת לַשֵּׁם הַקָּדוֹשׁ. וְכָל מִי שֶׁלֹּא רָשׁוּם בָּרֹשֶׁם הַקָּדוֹשׁ בִּבְשָׂרוֹ, אָסוּר לְהוֹדִיעוֹ דְּבַר תּוֹרָה, וְכָל שֶׁכֵּן לְהִתְעַסֵּק (לְהִסְתַּכֵּל) עִמּוֹ.
297. רַבִּי שִׁמְעוֹן פָּתַח, (שמות יב) זֹאת חֻקַּת הַפָּסַח כָּל בֶּן נֵכָר לֹא יֹאכַל בּוֹ, וְכָתוּב וְכָל עֶבֶד אִישׁ וְגוֹ’, וְכָתוּב תּוֹשָׁב וְשָׂכִיר לֹא יֹאכַל בּוֹ. וּמַה פֶּסַח שֶׁהוּא בָּשָׂר לְמַאֲכָל, עַל שֶׁנִּרְמָז בְּדָבָר קָדוֹשׁ אָסוּר לְכָל אֵלֶּה לֶאֱכֹל בּוֹ וְלָתֵת לָהֶם לֶאֱכֹל עַד שֶׁיִּמּוֹלוּ – הַתּוֹרָה שֶׁהִיא קֹדֶשׁ קָדָשִׁים (שֶׁל קָדָשִׁים), הַשֵּׁם הָעֶלְיוֹן שֶׁל הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא, עַל אַחַת כַּמָּה וְכַמָּה.

 

Comentario de Zion Nefesh:

Continuación del ZD anterior

#296
Y debido a esto, todos aquellos que no están marcados con el signo sagrado (‘Brit Milá’) en su carne, es decir, aquellos que no están circuncidados, no pertenecen a Él, el Santo, bendito sea Él, y se reconoce que todos ellos provienen del Lado de la Impureza.

Está prohibido unirse con ellos o hablar con ellos sobre los asuntos del Santo, bendito sea Él, y no está permitido enseñarles palabras de la Torá. Esto se debe a que la Torá es completamente el Nombre del Santo, bendito sea Él, y cada letra de la Torá está conectada con el santo Nombre.

Por lo tanto, a cualquiera que no esté marcado con el Santo Nombre en su carne no se le deben enseñar las palabras de la Torá. Más aún, está prohibido dedicarse a ellos en el estudio de la Torá.

Notas:
El pasaje refleja la profunda reverencia por la Torá y el Nombre de Hashem. Mantiene un límite claro en torno a la transmisión del conocimiento Divino, reservándolo sólo para aquellos que han entrado en el Pacto sagrado a través de la circuncisión. Al hacerlo, se salvaguarda la santidad de la Torá y la conexión superior que representa.

Esta enseñanza refuerza la idea de que conectarse con el Pacto (a través de la circuncisión) es esencial para participar en los estudios sagrados de la Torá, ya que asegura que uno esté espiritualmente preparado y alineado con lo sagrado.

#297
Rabí Shimón comenzó con el versículo: «Esta es la ley de Pesaj: Ningún extranjero comerá de ella» (Shemot/Éxodo 12:43). Y está escrito: “Todo siervo de varón…” (Id. 12:44), y está escrito: “El advenedizo y el extranjero asalariado no comerás de ella” (Id.12:45). Y si la ofrenda de Pascua, que es meramente carne para consumo, y porque alude a algo sagrado -es decir, porque Hashem pasó por encima de los postes de las puertas (en Egipto)- está prohibido para todos estos (extranjeros e incircuncisos) comer de ella o que se les dé de comer hasta que sean circuncidados.

La Torá, que es el Santo de los Santos, que es el Nombre supremo del Santo, bendito sea Él, ¿cuánto más está prohibido enseñarles?

Notas:
Rabí Shimón señala que si algo tan simple como la cena de Pesaj, que es un alimento físico, se restringe debido a su significado espiritual, entonces, sin duda, la Torá, que es infinitamente más sagrada y está directamente asociada con el Nombre Superno de Hashem, debe ser aún más protegida.

La Torá, descrita como «el Santo de los Santos», representa la sabiduría y la esencia divinas de Hashem. Por lo tanto, no es apropiado compartir las enseñanzas de la Torá con aquellos que no están espiritualmente alineados con su santidad, específicamente aquellos que no han entrado en el Pacto a través de la circuncisión.

Rabí Shimón traza un paralelo entre las restricciones sobre quién puede participar en la ofrenda de Pesaj y quién puede interactuar con la Torá, subrayando la necesidad de estar espiritualmente preparado y ser santo antes de interactuar con lo Divino. La Torá no es solo conocimiento, sino una entidad sagrada que exige pureza y alineación con el Pacto para poder acceder a ella de manera adecuada.

En nuestros tiempos, muchos no judíos se sienten atraídos por el estudio de la Torá, y esto a menudo indica que su alma tiene una conexión inherente con el alma Israelita. Sin embargo, quienes buscan estudiar Cabalá para obtener ganancias materiales son naturalmente incapaces de conectarse con su santidad, ya que su alma no está en sintonía con la profundidad espiritual de la Torá y el Zohar.

Es muy probable que un no judío que sienta un amor genuino por los estudios sagrados posea un alma judía. Esta conexión interna a menudo está acompañada por un deseo de convertirse formalmente al judaísmo.

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