Daily Zohar 4776
Traducción al Español: Daniel Schulman
191. Rabí Jiá dijo que Iiov no fue afectado hasta el momento en que Israel salió de Egipto. Iiov dijo: «Si es así, entonces todas las personas son iguales: «Él destruye al justo y al malvado». Paró oprimió a Israel y dijo: «Quién es Hashem, para que yo oiga Su voz». No los oprimí y no hice nada, pero «Él destruye al justo y al malvado». «Aquel de entre los siervos de Paró que temió la palabra de Hashem» (Shemot/Éxodo 9:20), se refiere a Iiov, PORQUE ESTABA PRESENTE EN EL TIEMPO DEL ÉXODO DE EGIPTO.
192. Rabí Iehudá dijo, el granizo que estaba cayendo sobre los egipcios y fue detenido por Moshé que se vengó más tarde, en los días de Ieoshúa. Y en el tiempo que viene, el resto caerá sobre Edom y sus descendientes. Rabí Iosi dijo: Esto es lo que está escrito: «Como en los días que saliste de la tierra de Egipto, le haré Yo ver maravillas» (Mijá/Miqueas 7:15).
Traducción al Hebreo:
192. רַבִּי יְהוּדָה אָמַר, אוֹתָם אַבְנֵי בָרָד שֶׁהָיוּ יוֹרְדִים, הִתְעַכְּבוּ עַל יְדֵי מֹשֶׁה, וְאַחַר כָּךְ עָשׂוּ נְקָמוֹת בִּימוֹת יְהוֹשֻׁעַ, וְלֶעָתִיד לָבֹא עֲתִידִים לָרֶדֶת אוֹתָם שֶׁנִּשְׁאֲרוּ עַל אֱדוֹם וּבְנוֹתֶיהָ. אָמַר רַבִּי יוֹסֵי, זֶהוּ שֶׁכָּתוּב (מיכה ז) כִּימֵי צֵאתְךָ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם אַרְאֶנּוּ נִפְלָאוֹת.
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#191
Rabí Jiá dijo que Iiov fue afligido sólo cuando Israel salió de Egipto. Iiov dijo: “Si es así, entonces todas las personas son iguales: Él destruye al justo y al malvado” (Iiob/Job 9:22).
Paró oprimió a Israel y dijo: “¿Quién es Hashem para que yo oiga Su voz?” (Shemot/Éxodo 5:2). Pero yo no los oprimí ni hice nada malo, sin embargo fui castigado. “Él destruye al justo y al malvado”. Esto es como está escrito: «Aquel de entre los siervos de Paró que temió la palabra de Hashem» (Shemot/Éxodo 9:20)—esto se refiere a Iiov, porque vivió en la época del Éxodo de Egipto.
#192
Rabí Iehudá dijo: Estas piedras de granizo que cayeron sobre los egipcios y que fueron detenidas por Moshé, más tarde ejecutaron su retribución en los días de Josué. Y en el futuro, las restantes caerán sobre Edom y sus aliados.
Rabí Iosi dijo: Esto es como está escrito: “Como en los días que saliste de la tierra de Egipto, le haré Yo ver maravillas.” (Mijá/Miqueas 7:15).
Notas:
Los Juicios Divinos del Éxodo continúan a lo largo de la historia, demostrando que la Justicia de Hashem es precisa e inquebrantable. Así como las piedras de granizo que cayeron sobre Egipto no se gastaron por completo, sino que se guardaron para un castigo posterior, así también las consecuencias de los pecados se almacenan hasta el momento apropiado. Hashem lleva un balance perfecto, asegurándose de que cada acción, buena o mala, reciba su debida consecuencia.
El castigo por los pecados no siempre es inmediato, pero es inevitable a menos que uno se arrepienta. Así como los egipcios enfrentaron su juicio, y luego lo harán también sus sucesores espirituales, también cada individuo carga con sus propias deudas espirituales. Estas deudas deben ser pagadas ya sea a través del sufrimiento en este mundo, en el más allá, o a través de la retribución Divina sobre los descendientes.
Sin embargo, en Su Misericordia, Hashem proporciona una manera de saldar algunas de estas deudas espirituales a través de la Teshuvá (Arrepentimiento). La verdadera Teshuvá, que consiste en arrepentimiento, confesión y una firme resolución de no repetir el pecado, puede mitigar o incluso eliminar por completo ciertos decretos.
El Zohar nos enseña que todo en la Creación sigue un equilibrio preciso de justicia y Misericordia. Así como las piedras de granizo quedaron almacenadas para un ajuste de cuentas futuro, también los efectos de nuestras acciones permanecen hasta que se les haga frente.
Una persona que no hace Teshuvá puede descubrir que las consecuencias de sus pecados se acumulan y se manifiestan inesperadamente en algún momento posterior. Sin embargo, quien regresa a Hashem con sinceridad puede realinear su alma, reparar sus deficiencias espirituales y evitar algunos de los decretos más severos que le aguardan.
Este concepto se refleja en el versículo:
«Como en los días que saliste de la tierra de Egipto, le haré Yo ver maravillas» (Mijá/Miqueas 7:15).
Así como Elokim demostró Su justicia y Su misericordia en la redención de Egipto, Él también aplica estos principios a cada generación, tanto a nivel colectivo como personal. La lección es clara: no se debe asumir que las malas acciones del pasado se olvidan, sino que permanecen en la cuenta divina hasta que se corrigen. Solo a través de la Teshuvá, la Torá y las buenas acciones se puede limpiar el registro y asegurarse de que el futuro nos depare bendiciones en lugar de juicios.
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