Daily Zohar 4820
Traducción al Español: Daniel Schulman
198. Por tanto, si alguien ve vino en su sueño, es bueno para algunos, pero castigo para otros. Si es un erudito de la Torá, está escrito: «Y el vino que alegra el corazón del hombre» (Tehilim/Salmos 104:15) y «Porque tus caricias son mejores que el vino» (Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 1:2). Es el vino preservado lo que alegra a todos. Si él no es UN ERUDITO DE LA TORÁ, SE DICE DE ÉL: “Dad el licor embriagante a quien está a punto de perecer y el vino a los amargos del espíritu” (Mishlé/Proverbios 31:6), porque hay otra clase de vino, que es el Juicio. Por eso es bueno traer estas cosas como ofrenda para quitar el Juicio y despertar la Misericordia, quitar el vino DEL OTRO LADO, QUE ES EL JUICIO, y traer el vino DE LA SANTIDAD, QUE ES LA MISERICORDIA. De igual manera, en todo SE DEBE QUITAR EL JUICIO Y AGITAR LA MISERICORDIA.
199. Y a su ofrenda nunca le faltará aceite, excepto la ofrenda de harina de los celos, como está escrito: «No derramará sobre ella aceite» (Bemidbar/Números 5:15). No requiere misericordia, siendo completamente de Juicio, como está escrito, «Y se le hinchará su vientre y caerá su muslo» (Id. 27), y «Hashem te hará…» (Id. 21). Dice al respecto: «Y esta es la Torá del sacrificio de las paces que se presentará a Hashem; si se presentare en acción de gracias…» (Vaikrá/Levítico 7:11-12).
Traducción al Hebreo:
199. וְשֶׁמֶן אֵינוֹ סָר מִקָּרְבָּנוֹת לְעוֹלָמִים, פְּרָט לְמִנְחַת קְנָאוֹת, שֶׁכָּתוּב (במדבר ה) לֹא יִצֹק עָלָיו שֶׁמֶן וְגוֹ’. שֶׁהֲרֵי כָּאן לֹא צְרִיכִים רַחֲמִים, שֶׁהֲרֵי הַכֹּל דִּין, שֶׁכָּתוּב וְצָבְתָה בִּטְנָהּ וְנָפְלָה יְרֵכָהּ. וְכָתוּב יִתֵּן ה’ וְגוֹ’. וְעַל זֶה, וְזֹאת תּוֹרַת זֶבַח הַשְּׁלָמִים אִם עַל תּוֹדָה יַקְרִיבֶנּוּ.
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#198
Por lo tanto, si alguien ve vino en un sueño puede ser apropiado para una persona y significar Juicio (Din) para otra. Si es un estudioso de la Torá, está escrito: «Y el vino que alegra el corazón del hombre» (Tehilim/Salmos 104:15), y también está escrito: «Porque tus caricias son mejores que el vino» (Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 1:2).
Y este es el vino que se preserva, que trae alegría a todos. Pero si no es un erudito de la Torá, se dice de él: “Dad el licor embriagante a quien está a punto de perecer y el vino a los amargos del espíritu” (Mishlé/Proverbios 31:6) porque hay otro vino, que es el Juicio. (Como se explica en Pekudei, #480).
Por lo tanto, es apropiado ofrecer estos elementos en un Korbán (sacrificio) para eliminar el Juicio y despertar la Misericordia: para desterrar el vino de Sitra Ajera (Otro Lado), que es el Juicio y atraer el vino de la Santidad, que es la Misericordia.
Y así es con todas las cosas: siempre debemos esforzarnos por eliminar el Juicio y despertar la Misericordia.
#199
Nunca faltará aceite en la ofrenda, excepto en la Ofrenda de Celos (‘Minjat Kenaot’), como está escrito: «No derramará sobre ella aceite…» (Bemidbar/Números 5:15). Porque en este caso, no se necesita Misericordia, pues se trata enteramente de Juicio (Din).
Como está escrito: «Y se le hinchará su vientre y caerá su muslo» (Id. 27),, y está escrito: «Hashem te hará…» (Id.): una referencia al Juicio Divino. Y sobre esto está escrito: «Y esta es la Torá del sacrificio de las paces que se presentará a Hashem; si se presentare en acción de gracias…» (Vaikrá/Levítico 7:11-12).
Notas:
El aceite siempre está presente en las ofrendas para atraer la Misericordia Divina, excepto en la Ofrenda de Celos, que es enteramente Din (JKuicio). Esta ofrenda no despierta compasión, pues su propósito es descubrir la verdad mediante la justicia estricta. Este contraste resalta la singular severidad espiritual del ritual de la Sotá (esposa infiel) frente al tono general de las ofrendas en el Templo, que buscan la paz y la bendición.
El procedimiento de Sotá se describe en Parashat Nasó (Bemidbar/Números 5:11-31). Desde una perspectiva cabalística y moral, el ritual de la Sotá revela la profunda preocupación de la Torá por la ‘Shalom Bait’ (Paz en el Hogar).
En lugar de permitir que la sospecha se agrave, la Torá proporciona un mecanismo Divino para restaurar la confianza o exponer la traición, restaurando así la claridad y la paz en la relación. Sorprendentemente, el nombre de Hashem se borra durante el ritual —una excepción a la Halajá—, lo que enfatiza que Hashem valora tanto la paz en el matrimonio que su Santo Nombre puede ser disuelto por ella.
Aunque el ritual en sí cesó con la destrucción del Templo, su mensaje sigue siendo poderoso: la verdad, la transparencia y la Justicia Divina son fundamentales para las relaciones sagradas. El episodio de Sotá nos recuerda que las relaciones humanas no son meros asuntos privados, sino que conllevan consecuencias espirituales y deben manejarse con seriedad y santidad.
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