Traducción al Español: Daniel Schulman
4. Rabí Iosi abrió el debate diciendo: «¡Cuán amables son Tus moradas, Hashem Tzvaot» (Tehilim/Salmos 84:2). ¡Cuán importante es que las personas observen las obras del Santo, Bendito sea Él! Las personas no observan y no son conscientes de lo que sostiene al mundo en existencia. ¡Tampoco son conscientes de lo que los sostiene a ellos en existencia! ESTOS DOS TEMAS SON EXPLICADOS AQUÍ PARA NOSOTROS. Cuando el Santo, bendito sea Él, creó el mundo, Él hizo el cielo de fuego y de agua. Al principio, estos elementos se mezclaron sin congelarse. Sólo más tarde, por medio del Espíritu Superno, hizo que se congelen y solidifiquen. Entonces, LOS CIELOS, QUE SON ZEIR ANPIN, plantaron el mundo, LA NUKVA, para establecerlo sobre soportes, LAS TRES COLUMNAS DE NUKVA. Y el soporte solo está en pie por la ayuda del Espíritu, QUE ES LA COLUMNA CENTRAL ENTRE ELLOS. Cuando el Espíritu se ha ido, los soportes se aflojan y se estremecen, y el mundo se sacude. Este es el significado de, «Que remueve la tierra de su lugar, de manera que sus pilares se estremecen» (Iiov/Job 9:6). Y todo es establecido sobre la Torá, ya que cuando los hijos de Israel se ocupan de la Torá, elevan Main Nukvin (LIT. ‘AGUAS FEMENINAS’) HACIA ZEIR ANPIN Y NUKVA, Y ATRAEN LA COLUMNA CENTRAL, QUE ES LA TORÁ. Entonces el mundo es fundado y los pilares, LAS TRES COLUMNAS DE ZEIR ANPIN, y los soportes, LAS TRES COLUMNAS DE LA NUKVA, están perfectamente situadas en sus lugares.
5. Ven y mira: Cuando llega la medianoche, y el Santo, bendito sea Él, entra en el Jardín de Edén para disfrutar de la compañía de los justos, todos los árboles en el Jardín del Edén cantan y lo alaban a Él, como está escrito: «Entonces cantarán los árboles de la selva delante de Hashem» (Divrei Hayamim Alef/Crónicas I 16:33).
Traducción al Hebreo:
5. בֹּא רְאֵה, בְּשָׁעָה שֶׁמִּתְעוֹרֵר חֲצוֹת הַלַּיְלָה וְהַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא נִכְנָס לְגַן הָעֵדֶן לְהִשְׁתַּעֲשֵׁעַ עִם הַצַּדִּיקִים, כָּל הָאִילָנוֹת שֶׁל גַּן הָעֵדֶן מְזַמְּרִים וּמְשַׁבְּחִים לְפָנָיו, שֶׁכָּתוּב (דברי הימים-א טז) אָז יְרַנְּנוּ עֲצֵי הַיַּעַר מִלִּפְנֵי ה’ וגו’.
Comentario de Zion Nefesh:
Tehilim/Salmos 84:2
«¡Cuán amables son tus moradas, Hashem Tzvaot (Señor de los ejércitos)!»
Rabí Iosi explica en el Zohar la importancia de estudiar cómo funciona el mundo y cuál es su papel en el mundo.
Él revela que las fuerzas iniciales fueron el fuego (Columna Izquierda) y el agua (Columna Derecha). Eran opuestos uno de otra y cada fuerza trataba de controlar a la otra. Cuando la fuerza de la Columna Central se reveló, ambas partes estuvieron en paz y se formó la materia sólida.
El siguiente párrafo fue copiado de Wikipedia artículo «Cronología del universo».
http://es.wikipedia.org/wiki/Cronolog%C3%ADa_del_Big_Bang
En él se describen las fuerzas iniciales de la energía térmica (fuego, Guevurá, Columna Izquierda) restringida en el tiempo (Nueva dimensión formada) que se enfrió (agua, Jasadim, Columna Derecha). La ‘lucha’ entre las fuerzas comenzó en el momento de la primera manifestación del Pensamiento de la Creación y continuó hasta que el aspecto del tiempo introdujo y controló las dos fuerzas para crear la primera partícula, la materia ‘sólida’ que es la piedra angular de la existencia.
El universo muy temprano estaba tan caliente, o energético, que inicialmente no existían partículas de materia o bien existían quizá fugazmente. De acuerdo con las teorías científicas prevalecientes fue en ese momento que las fuerzas que hoy vemos a nuestro alrededor se fusionaron en una fuerza unificada. El espacio-tiempo mismo se expandió durante una época inflacionaria, debido a la inmensidad de las energías involucradas. Poco a poco las inmensas energías se enfriaron – aún a una temperatura inconcebiblemente alta en comparación con cualquiera de las que vemos a nuestro alrededor ahora, pero lo suficiente como para permitir que las fuerzas produzcan gradualmente una ruptura de la simetría, una especie de condensación repetida de un status quo a otro, lo que condujo finalmente a la separación entre la fuerza ‘fuerte’ y la ‘débil’ y las primeras partículas.
En otro lugar aprendí que durante los tres primeros segundos de la Creación fue creada la materia y al mismo tiempo la antimateria que la anula. El aspecto del tiempo creó un defecto en la materia y la antimateria ya no pudo anular a la materia. Se trasladó a otra dimensión.
Estos hallazgos científicos explican el artículo del Santo Arí y el estudio de las Diez Emanaciones Luminosas sobre la etapa llamada ‘Ruptura de la vasija’. Este proceso era necesario para crear vasijas que contuvieran la Luz y sostuvieran el mundo con la energía oculta, que viene del Infinito.
El Santo Zohar y el Santo Arí, nos enseñan muchos secretos que sólo ahora podemos entender con nuestra mente científica.
La pregunta es ¿por qué necesitamos el Zohar, si no podemos realmente entenderlo hasta que la ciencia se ponga al día con él?. La respuesta es simple. El Zohar y el estudio de la Cabalá afectan a nuestra mente subconsciente y alinean nuestra alma con las fuerzas de la naturaleza que es la Luz del Infinito.
Nos beneficiamos de la Luz que llena nuestra vasija aunque no podamos captarla o entenderla. Los materiales básicos que forman la tecnología más avanzada provienen/derivan de fuentes naturales que existían en el momento de la Creación. Con el tiempo hemos aprendido cómo utilizar los recursos naturales que nos rodean en nuestro beneficio y utilizarlos para el avance tecnológico. El metal, el plástico, el oro, el vidrio y el silicio que conforman el dispositivo inteligente que tenemos en nuestra mano son todos recursos naturales. La inspiración para usarlos y construir algo nuevo que nunca fue ‘montado’ anteriormente proviene de la Luz.
Con el estudio del Zohar evolucionamos nuestra mente, conciencia y alma a niveles que no podemos entender. Los secretos de los grandes beneficios que serán revelados y aclarados para nosotros en el momento de la Redención Final.
Estudie el Zohar con todo su corazón y toda su fuerza y cuando llegue el momento, incluso la ciencia no será capaz de alcanzarlo.
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