Traducción Española de Daniel Schulman
32. Tan pronto como el Santo, bendito sea Él, quiso tomar a los lirios y retirarlos de entre ellos, los espinos se secaron y fueron dejados de lado, destruidos y fueron considerados sin valor. En el momento en que Él fue a arrancar este lirio, lo cual significa que sacó a Su primogénito,, el rey fue entre muchas huestes, príncipes y ministros, con estandartes desplegados y lanzó a su primogénito con muchos guerreros, lo trajo a este palacio y éste se sentó correctamente en la casa del rey.
Traducción al hebreo:
32. כֵּיוָן שֶׁרָצָה הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לְהוֹצִיא שׁוֹשַׁנָּה וְלִלְקֹט אוֹתָהּ מִבֵּינֵיהֶם, אָז יָבְשׁוּ הַחוֹחִים וְנִזְרְקוּ וְהִתְכַּלּוּ וְלֹא נֶחְשְׁבוּ לִכְלוּם. בְּשָׁעָה שֶׁהוֹלֵךְ לִלְקֹט אֶת הַשּׁוֹשַׁנָּה הַזּוֹ וּלְהוֹצִיא בְנוֹ בְּכוֹרוֹ, בְּאוֹתוֹ זְמַן הָלַךְ הַמֶּלֶךְ בְּתוֹךְ כַּמָּה חֲיָלוֹת גְּדוֹלִים וְשַׁלִּיטִים עִם דְּגָלִים פְּרוּשִׂים, וְהוֹצִיא אֶת בְנוֹ בְּכוֹרוֹ בְּכַמָּה גְבוּרוֹת, וְהֵבִיא אוֹתוֹ לְהֵיכָלוֹ, וְיָשַׁב הַרְבֵּה בְּבֵית הַמֶּלֶךְ.
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 2:2
«Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas»
El Zohar revela que Hashem trata a los hijos de Israel como el ‘Lirio’ Superno, que es Maljut. El lirio tiene seis hojas que rodean al centro, al igual que las seis Sefirot que alimentan a Maljut. Debido a su elevada conexión, este Lirio tiene un aroma como ninguna otra flor en el mundo.
El lirio, Israel, fue entre los espinos, que es el aspecto de las otras naciones. Descendieron a Egipto como 70 almas que Hashem ‘plantó’ entre los espinos. Los egipcios eran el aspecto de espinos y con la energía y las bendiciones de los hijos de Israel, los egipcios crecieron y controlaron el mundo. El Lirio entonces pudo crecer y florecer en medio de ellos.
El Santo, Bendito sea Él, vino a retirar su ‘Lirio’ de entre estos ‘espinos’. Cuando el lirio fue tomado de entre los espinos, éstos se secaron, desperdiciaron y fueron considerados una nada. Hashem condujo a los Israelitas a la Tierra Santa y los trató como al primogénito en su palacio.
Mientras estamos en el camino de crecimiento espiritual, estamos ‘plantados’ entre los espinos. No es un proceso fácil, pero si mantenemos nuestro deseo de Luz, junto con las conexiones espirituales, somos tratados como los hijos de Hashem y cuando llegue el momento nuestro dolor sea escuchado y seremos trasladados a nuestra ‘Tierra Prometida’.
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