Traducción Española de Daniel Schulman
163. ÉL RESPONDE: Sin embargo, en el libro de la sabiduría del rey Shlomó, se dice que hay tres indicaciones: una indicación de transgresión es la ictericia; una indicación de desatinos es hablar DEMASIADO y una indicación de que uno no sabe nada es que sigue alabándose a sí mismo. Éste que SE ELOGIA A SÍ MISMO ha superado al resto, ya que es un tonto. Es SOSPECHOSO en todas las transgresiones pecaminosas y tiene todas ellas.
164. ÉL PREGUNTA: Sin embargo, está escrito: «Alábete otro y no tu misma boca» (Mishlé/Proverbios 27:2), LO CUAL SIGNIFICA que si no hay un extraño que te alabe, entonces que sea tu propia boca. ÉL RESPONDE: no es tan así. Sin embargo, LA EXPLICACIÓN ES que si no hay nadie que te reconozca, abre la boca para hablar sobre asuntos de Torá. Informa las cosas verdaderas que se encuentran en la Torá y luego, al abrir tu boca en los asuntos de Torá, elogiarán tus palabras y sabrán quién eres. No hay nada en el mundo que diga tanto sobre una persona como cuando abre la boca, y su boca informa a las personas quién es ella.
165. El malvado Bilam solía venerarse en todo. Con todo esto, solía engañar a la gente y alcanzó un alto nivel con sus discursos RETÓRICOS. Él solía hacer una montaña de un grano de arena. Todo lo que decía sobre estos niveles de discurso soberbio, decía la verdad. Sin embargo, ese malvado solía hablar y alabarse a sí mismo de manera encubierta y dar la impresión de su grandeza a través del uso de sus PALABRAS HASTA que quien lo escuchaba pensara que había sobrepasado a todos los profetas del mundo, como dice: «La palabra profética del que oye los chicos de Hashem y entiende la ciencia del Altísimo» (Bamidbar/Números 24:16), que es la persona en el mundo que escucha tal conversación y que no podía imaginar a ningún otro profeta en el mundo como digno de confianza.
Traducción al hebreo:
164. וַהֲרֵי כָּתוּב (משלי כז) יְהַלֶּלְךָ זָר וְלֹא פִיךָ. וְאִם לֹא זָר – פִּיךָ! – לֹא כָּךְ. אֶלָּא אִם אֵין מִי שֶׁמַּכִּיר אוֹתְךָ, פְּתַח פִּיךָ לְדַבֵּר בַּתּוֹרָה וּלְהוֹדִיעַ דִּבְרֵי אֱמֶת בַּתּוֹרָה, וְאָז פִּתְחוֹן פִּיךָ בַּתּוֹרָה יְשַׁבְּחוּ דְבָרֶיךָ וְיֵדְעוּ מִי אַתָּה, שֶׁאֵין דָּבָר בָּעוֹלָם שֶׁמּוֹדִיעַ עַל הָאִישׁ אֶלָּא בִּזְמַן שֶׁפּוֹתֵחַ פִּיו. פִּיו מוֹדִיעַ לִבְנֵי אָדָם מִי הוּא.
165. אוֹתוֹ בִּלְעָם הָרָשָׁע, תִּשְׁבָּחוֹת מְשַׁבֵּחַ עַצְמוֹ בַּכֹּל. וְעִם כָּל זֶה גְּנֵבַת דַּעַת הָיָה גּוֹנֵב, וְהִתְעַלָּה בִדְבָרָיו. בִּדְבָרִים קְטַנִּים הָיָה עוֹשֶׂה גְדוֹלִים. מַה שֶּׁאָמַר עַל אוֹתָן מַעֲלוֹת, דִּבְרֵי טֻמְאָה הָיָה אוֹמֵר, וֶאֱמֶת אָמַר. אֲבָל אוֹתוֹ רָשָׁע הָיָה אוֹמֵר וּמְשַׁבֵּחַ עַצְמוֹ בְּדֶרֶךְ נִסְתָּר, וְהִתְעַלָּה בִדְבָרָיו. שֶׁכָּל מִי שֶׁהָיָה שׁוֹמֵעַ, חָשַׁב שֶׁהִתְעַלָּה עַל כָּל נְבִיאֵי הָעוֹלָם, שֶׁכָּתוּב (במדבר טו) שֹׁמֵעַ אִמְרֵי אֵל וְיֹדֵעַ דַּעַת עֶלְיוֹן. מִי הָאִישׁ בָּעוֹלָם שֶׁהָיָה שׁוֹמֵעַ מִפִּיו דְּבָרִים אֵלּוּ שֶׁלֹּא חָשַׁב שֶׁאֵין בָּעוֹלָם נָבִיא נֶאֱמָן כְּמוֹתוֹ?!
Comentario de Zion Nefesh:
Traducción de Daniel Schulman
# 163
El libro de la Sabiduría del Rey Shlomó revela que el signo de la transgresión es una enfermedad corporal. Un signo de locura es una persona que habla mucho. Un signo de ignorancia es una persona que se elogia a sí misma. Quien tiene todos los signos es un tonto.
# 164
Mishlé/Proverbios 27:2
«Alábete otro y no tu misma boca; el extraño y no tus mismos labios»
Por lógica puede entenderse que si no hubiera nadie que lo elogie, uno puede elogiarse a sí mismo. El Zohar niega esta lógica y dice que si nadie reconoce las cualidades de una persona, puede abrir su boca solo con palabras de Torá que revelen verdad y sabiduría.
Entonces la gente conocería a la persona, su sabiduría y la alabaría en consecuencia. No hay nada en el mundo que pueda revelar la naturaleza de una persona como las palabras que salen de su boca.
# 165
El malvado Bilam se auto elogiaba por todo lo que hacía, exageraba las pequeñas cosas y decía la verdad acerca de las acciones impuras que había hecho.
Utilizaba palabras poco claras para parecer grande como si fuera el profeta más grande del mundo. Leemos cómo Bilam se describe a sí mismo en Bamidbar/Números 24:16:
«La palabra profética del que oye los chicos de Hashem y entiende la ciencia del Altísimo, aquel que ve la visión del Todopoderoso, caído en éxtasis y que tiene quitado el velo de los ojos».
Lección:
Cuando escuchamos hablar a una persona podemos acceder a sus pensamientos. Cada palabra proviene de la mente y, en conexión con el corazón, los pulmones vibran y producen el sonido.
Las palabras reales revelan los pensamientos de una persona y el sonido revela la intensidad y la energía que llevan las palabras/ pensamientos. Las palabras escritas también pueden decir mucho sobre la persona, pero pueden ser calculadas y falsas.
Aprender a escuchar a los demás y entender de dónde provienen, nos abre mejores canales de comunicación y logra resultados positivos.
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