ZOHAR DIARIO # 1394 – PINJÁS – HERMANOS DEL ALMA

Daily Zohar 1394

Holy Zohar text. Daily Zohar -1394

Traducción al Español:  Daniel Schulman

889. Y tal vez desees preguntar: Si es así, QUE CUANDO OFRECEMOS CATORCE CORDEROS LA MANO (Heb. IAD = CATORCE) DE IUD HEI VAV HEI REGIRÁ; Y SI OFRECEMOS 98 CORDEROS, QUE ES UN MAL PRESAGIO, PORQUE CORRESPONDE A LAS 98 MALDICIONES EN LA ADMONICIÓN Y TAMBIÉN SE DICE QUE ‘HASTA UNA FLECHA (Heb. JETZ = 98) TRASPASA SU HÍGADO’ entonces ¿no estamos siendo el mal de ojos hacia ellos, PORQUE ÉL LES DICE: ‘COMAN Y BEBAN, LES DICE; PERO SU CORAZÓN NO ESTÁ CON EL? ÉL RESPONDE: «SI TU ENEMIGO TUVIERE HAMBRE, DALE PAN QUE COMER, Y SI TUVIERE SED, DALE AGUA QUE BEBER: porque así amontonarás ascuas sobre su cabeza» (Mishlé/Proverbios 25:21-22). Pero lo damos solamente sin alegría, porque durante todo el año no hay alegría como la de estos días DE SUCOT. Y dado que damos sin la bondad de nuestros corazones, con alegría y de buen grado, NUESTROS DONES HACIA ELLOS se convierten en ascuas de fuego sobre sus cabezas, carbones encendidos, porque nuestro regocijo los afecta de mala manera, a saber, los catorce CORDEROS, setenta becerros, y catorce corderos, que es la suma total de SACRIFICIOS, DONDE LOS CATORCE CORDEROS INDICAN LA MANO DE IUD HEI VAV HEI QUE LOS CONTROLA, Y LOS SETENTA BECERROS EN SU PROGRESIVA DISMINUCIÓN ENSEÑAN QUE SU BONDAD DISMINUIRÁ CONTINUAMENTE, MIENTRAS QUE LOS 98 CORDEROS ENSEÑAN ACERCA DE LAS 98 MALDICIONES QUE RESTAN DE ELLOS; O EN OTRAS PALABRAS: «HASTA UNA FLECHA TRASPASA SU HÍGADO’.

890. Y todo esto está muy bien, pero uno puede preguntar: ¿Quién nos ha pedido que sacrifiquemos para ellos, PARA LOS DESIGNADOS DE LAS SETENTA NACIONES? ¿Tal vez no están interesados en que lo hagamos? Pero todos estos designados no tienen alegría, como en el momento que tienen con todos los becerros, carneros y corderos que Israel les ofrece en estos banquetes. Sin embargo, nada es ofrecido excepto al Santo, bendito sea Él, mientras que ellos, LOS DESIGNADOS, se acercan y el Santo, bendito sea Él, les distribuye. Y sobre esto está escrito: «Si tu enemigo tuviere hambre, dale pan que comer», donde el pan se refiere a la festividad de las ofrendas; y en «y si tuviere sed, dale agua que beber», el agua hace referencia a ese agua QUE ES MARCADA PARA SER DERRAMADA EN UNA LIBACIÓN en los días de la festividad, en el segundo, sexto y séptimo día. Y esto se deriva de: «de cierto le despreciarían” (Heb. boz – Bet Vav Zain) (Shir Hashirim/Cantares 8:7), DONDE LOS VALORES NUMÉRICOS DE LAS LETRAS BET, VAV Y ZAIN SON DOS, SEIS Y SIETE, RESPECTIVAMENTE.

 

Traducción al Hebreo:

889. וְאִם תֹּאמַר, אִם כָּךְ, רַע עַיִן אָנוּ אֶצְלָם – כֵּן, שֶׁהֲרֵי כָּתוּב (משלי כה) כִּי גֶחָלִים אַתָּה חֹתֶה עַל רֹאשׁוֹ. אֲבָל אֲנַחְנוּ לֹא נוֹתְנִים אֶלָּא בְּשִׂמְחָה, שֶׁאֵין בִּימֵי הַשָּׁנָה שִׂמְחָה כְּאֵלּוּ הַיָּמִים. וּמִפְּנֵי שֶׁאֲנַחְנוּ נוֹתְנִים בְּטוּב לֵב וּבְשִׂמְחָה שֶׁל רָצוֹן – מִתְהַפֵּךְ עֲלֵיהֶם גֶּחָלִים עַל רָאשֵׁיהֶם, גֶּחָלִים לוֹהֲטוֹת שֶׁל הַשִּׂמְחָה שֶׁלָּנוּ עוֹשׂוֹת לָהֶם רָע. י”ד (ה’), ע’, וח”ץ, כָּךְ עוֹלִים בַּחֶשְׁבּוֹן שֶׁלָּהֶם.
890. וְכָל זֶה אִם תֹּאמַר מִי נָתַן לָנוּ לְהַקְרִיב עֲלֵיהֶם, אוּלַי הֵם לֹא רוֹצִים אֶת כָּל זֶה? אֶלָּא אֵין שִׂמְחָה לְכָל אֵלּוּ הַמְמֻנִּים בְּכָל אֵלּוּ הַתּוֹרִים, הָאֵילִים, וְהַכְּבָשִׂים כְּאֵלּוּ, בְּשָׁעָה שֶׁיִּשְׂרָאֵל נָתְנוּ לָהֶם סְעוּדוֹת אֵלּוּ. וְעִם כָּל זֶה לֹא קָרֵב הַכֹּל אֶלָּא לְהַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא בִּלְבַדּוֹ, וְהֵם מִתְקָרְבִים שָׁם וְהוּא מְחַלֵּק לָהֶם. וְעַל זֶה כָּתוּב, (שם) אִם רָעֵב שֹׂנַאֲךָ הַאֲכִלֵהוּ לָחֶם – אֵלּוּ הֵם קָרְבְּנוֹת הֶחָג. וְאִם צָמֵא הַשְׁקֵהוּ מָיִם – אֵלּוּ מַיִם שֶׁרְשׁוּמִים כָּאן בִּימֵי הֶחָג, וּבְיוֹם שֵׁנִי, וּבְיוֹם שִׁשִּׁי וּשְׁבִיעִי, וְסִימָן – (שיר השירים ח) בּוֹ”ז יָבוּזוּ לוֹ.

 

Comentario de Zion Nefesh:

Traducido por Sebastián Palén

Continuación del ZD anterior

El Zohar plantea la cuestión de que uno puede considerar los 98 sacrificios de corderos como un signo negativo. Hay 98 maldiciones en la Torá (Dvarim/Deuteronomio 27). También 98 es numéricamente ‘Jetz’, ‘Flecha’ que puede herir o matar a una persona.

Otra cuestión: “¿Quién nos dio la Luz para sacrificar por ellos? Las 70 naciones no pueden querer tener eso”. El Zohar nos dice que el regalo es dado a ellos durante la festividad que es un evento especial y nosotros compartimos la Luz voluntariamente, con alegría y con buen corazón. Traemos los sacrificios para hacer las conexiones espirituales para que ellos puedan acercarse al Santo y recibir la Luz de ellos.

Mishlé/Proverbios 25:21
“Si tu enemigo tuviere hambre, dale pan que comer; y si tuviere sed, dale agua que beber”

El Zohar explica que ‘dale pan que comer’ se refiere a los sacrificios y ‘dale agua que beber’ es la conexión del agua en el segundo, sexto y séptimo día de la festividad. (Ver ZD # 1393).

La Torá es la semilla de toda la Creación y entregada a toda la humanidad. Es obvio que Hashem puede proveer Luz a las 70 naciones, así como provee para el resto de la Creación, pero la responsabilidad por toda la humanidad fue dada a los Israelitas. Ellos aceptaron las responsabilidades de la Torá y el difícil proceso de la recompensa al final del ‘siete’.

Hay mucho que aprender acerca de todos los aspectos del siete, pero para este estudio nos conectamos con la festividad de Sucot. Durante los siete días trabajamos duro con todas las herramientas para atraer la Luz para nosotros y para el mundo. En el octavo día sacrificamos un solo toro para celebrar la unificación de Hashem, la Luz, con la Torá. Eso nos da el poder de controlar la Luz para todo el año.

Los judíos son la parte de los Israelitas que no marcharon al exilio completo y permanecieron conectados a la Torá. Ellos tienen la responsabilidad de despertar las almas Israelitas que todavía están en el exilio entre las naciones del mundo y reunirlas nuevamente dentro de la Torá y su Luz. La difusión del Zohar despertó muchas almas Israelitas que ayudan en la construcción de la vasija grande y necesaria para atraer y revelar la Luz Infinita en el mundo, que es el tiempo de Mashíaj.

Esa es una de las razones por la cual la Biblia dice: “Si tu enemigo tuviere hambre, dale pan que comer; y si tuviere sed, dale agua que beber”. Todos somos hermanos del alma.

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