Por Zion Nefesh
Para entender la importancia de estudiar la porción de Pinjás, necesitamos aprender acerca de Pinjás, su alma y su esencia espiritual.
Su historia comienza el primer día del mes de Nisán. Era el primer año después de que los Israelitas salieran de Egipto. Nadav y Avihu, los dos hijos de Aharón, el Sumo Sacerdote, entraron en el Santo de los Santos en el nuevo Tabernáculo para establecer una conexión espiritual. El acto acabó costándoles la vida. Y aunque Hashem tomó sus almas, sus acciones revelaron una gran Luz que tanto Moshé como Aharón pudieron ver y entender.
En Vaikrá/Levítico 10:3 leemos:
«Entonces dijo Moshé a Aharón: ‘Esto mismo es lo que habló Hashem diciendo: He de ser santificado por los que se Me acercan y delante de todo el pueblo seré tenido en honra’ y Aharón guardó silencio'»
El Santo Arí explicó que Nadav y Avihu quisieron hacer el Tikún del pecado de Adam y al hacerlo, completar la corrección para el mundo entero. Fueron impulsados por la Luz que vieron provenía del Tabernáculo recién construido. Estaba tan cerca de ellos, que asumieron que como sacerdotes tenían el poder de hacer la conexión final y duradera con la Luz en nombre del mundo con el fin de eliminar toda la negatividad. Cometieron algunos errores y finalmente no lograron alcanzar su meta. Esto, sin embargo, no resta valor a su acto. De hecho, nos dejaron un gran canal de Luz para todas las generaciones y Pinjás heredó este canal.
Otro comentario de los sabios explica el fuego que normalmente quemaba las ofrendas en el Altar provenía del interior del Tabernáculo y que esta vez tomó las almas de Nadav y Avihu. Y sin embargo, su muerte fue única porque sus cuerpos permanecieron enteros y puros. El fuego actuó como vehículo para elevar sus almas puras a un nivel superior.
Cada Iom Kipur, leemos sobre el sacrificio de Nadav y Avihu. Ese día hacemos una conexión a Biná, la fuente de energía vital para todo el mundo. No comemos ni bebemos para desconectarnos de nuestro aspecto físico y aumentar así nuestra vasija espiritual para recibir la Luz de Biná.
Más adelante en la Torá, en la porción Balak, leemos que Pinjás, el nieto del sacerdote Aharón, mató a Zimrí, jefe de la tribu de Shimón que estaba involucrado en actos sexuales corruptos con una mujer del «Otro Lado». Ese acto cortó la conexión de los Israelitas con la Sefirá de Iesod que causó un drenaje inmediato de energía. Esto creó una apertura que permitió que la negatividad viniera y que una plaga se extendiera entre los Israelitas matando a 24,000 de ellos. Pinjás intervino y corrigió la situación al eliminar de los Israelitas la causa de la negatividad. La plaga se detuvo inmediatamente.
El Zohar explica que después de que Pinjás mató a Zimrí, la tribu de Shimón lo persiguió para atacarlo y matarlo. Por temor, el alma de Pinjás dejó su cuerpo, momento en el cual Hashem inmediatamente la reemplazó con las almas de sus tíos Nadav y Avihu. Hashem testifica del gran acto de Pinjás. (Bamidbar/Números 25:11): «Ha hecho volver Mi ardiente indignación de sobre los hijos de Israel»
La ley de afinidad y atracción fue implementada automáticamente. Pinjás se comportó como el Creador y esa afinidad lo conectó con el nivel más alto de Luz: la Luz Infinita. Hashem estaba tan feliz de ser «detenido», que recompensó a Pinjás con el sacerdocio eterno y le dio el Pacto de Paz. El pacto (‘Brit’) es la promesa de Hashem de revelar Luz especial en el mundo. Hashem hizo pactos con Avraham, Noaj y Pinjás.
El pacto de paz (‘Shalom’) se refiere a la Redención Final y la Paz Final que prevalecerá en el mundo. El Zohar revela que este Pacto también incluyó la libertad de la muerte, haciendo así a Pinjás inmortal.
Pinjás vivió unos cientos de años antes de que finalmente fuera transformado en el Profeta Eliahu. Él nunca pecó y cuando dejó el mundo como Eliahu dejó su cuerpo físico intacto. Él era 100% puro y santo, por lo que ascendió a los Mundos Superiores acompañado por elementos negativos de fuego que no podía tocarlo en el proceso de ascensión.
Este proceso fue similar a la forma en que las almas de Nadav y Avihu fueron tomadas antes de que les fueran dadas a Pinjás. Eliahu tampoco perdió su cuerpo porque Hashem lo bendijo con el poder de la inmortalidad. Como tal, puede moverse fácilmente entre los mundos físicos y espirituales a voluntad porque no perdió su cuerpo.
Eliahu viene a este mundo para apoyar a las personas justas. Él vino para enseñarle a Rabí Shimón muchas veces y el Zohar comparte estos estudios con nosotros. Eliahu nos visita durante la noche del Seder para conectarnos a la Redención Primera y Final. También será el primero en anunciar la venida del Mashíaj y por eso se le llama Anunciador de la Paz (‘Mevasher Shalom’).
Eliahu también juega un papel en la vida de cada Israelita porque es invitado a participar en cada ceremonia de circuncisión. En este proceso, el alma de un niño es conectada a la Luz a través de la corrección del aspecto físico de Iesod. Y como el aspecto de Iesod, el pene es denominado ‘pacto’ (‘Brit’) porque atestigua a la conexión del alma con la Luz que comenzó originalmente con Avraham.
Pinjás es inmortal y es el hilo que nos conecta desde la primera revelación de Luz en el Sagrado Tabernáculo hasta el tercer Santo Templo. En cada oración diaria incluimos una sección de la porción Pinjás de la Torá. También leemos la porción de Pinjás cada Rosh Jodesh (Luna Nueva) o una festividad importante.
Al estudiar Pinjás nos conectamos con el corazón del Zohar, porque Pinjás como Eliahu reveló muchos secretos a Rabí Shimón. Su alma inmortal y su Luz se revelan en muchos lugares en el Zohar y especialmente en Zohar Pinjás. De hecho, el estudio de los Tikunei Zohar, completado después de 1069 estudios diarios, comienza con una introducción de Eliahu llamada ‘Pataj Eliahu’ (Elías abrió), que actúa como un canal de Luz, por lo que se recomienda leerlo todos los días.
El estudio diario de Pinjás llenará nuestra vasija con una Luz impresionante para conducir nuestras almas a la Redención Final. En este camino estamos acompañados por Moshé, conocido en el Zohar como el ‘Fiel Pastor’, Pinjás el inmoral como Eliahu y Rabí Shimón, que nos dio el Zohar como un puente espiritual.
El método de estudio del Zohar Diario sigue el sistema del Zohar, que lleva la enseñanza del Zohar en tres niveles importantes.
• El primer nivel es Jojmá. Alcanzamos este nivel cuando leemos o escaneamos el texto con nuestros ojos. En este nivel, nos conectamos con la conciencia detrás del texto.
• El segundo nivel es Biná. Alcanzamos este nivel cuando escuchamos la lectura del texto. Al tomar el Zohar de Jojmá a Biná aumentamos nuestro nivel de conexión.
• El tercer nivel es Da’at, que significa ‘Conocimiento’. Cuando estudiamos el comentario que explica el texto del Zohar, lo ponemos todo junto y la Luz del Zohar se revela en nuestras vidas y en todo lo que nos rodea.
La Torá es nuestra agua de vida oculta bajo muchas capas. No podemos entenderla sin el Zohar. Con el estudio diario, abrimos los ‘pozos’ que el Zohar cavó para que tuviéramos acceso a estos tesoros de Luz que limpian nuestra alma y nos sostienen en todos los niveles de la vida.
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