Traducción al Español: Daniel Schulman
7. Después de que el alma ha dejado el cuerpo, y éste queda sin espíritu, está prohibido dejarlo insepulto, como está escrito, «su cadáver no pasará la noche en el madero, antes le enterrarás sin falta en ese mismo día» (Dvarim/Deuteronomio 21:23). Porque un cadáver insepulto durante 24 horas, un día y una noche, hace que las partes de la Carroza, LA CUAL ES ALUDIDA POR ESE HOMBRE, se debilite y detenga las acciones del Santo, bendito sea Él, de ser trasladado. Porque el Santo, bendito sea Él, puede haber decretado sobre éste otra reencarnación de inmediato, en el mismo día de su muerte, con el fin de ayudarlo. Pero mientras el cuerpo no esté enterrado, el alma no se presenta ante el Santo, bendito sea Él, ni puede estar en otro cuerpo en otra reencarnación, porque un alma no es entregada a otro cuerpo hasta que el primero esté enterrado. Esto se asemeja a un hombre cuya esposa murió. Él no está calificado para casarse con otra mujer antes de haber enterrado a la primera. Por lo tanto la Torá dice, «su cadáver no pasará la noche en el madero”.
8. Otra explicación: cuando el alma ha dejado el cuerpo y desea marcharse a ese mundo, no puede entrar en él hasta que se le da otro cuerpo de Luz. Entonces puede entrar. Esto puede derivarse de Eliahu, quien tenía dos cuerpos, uno con el cual era visto por la gente abajo, y otro con el que era visto entre los santos ángeles celestiales. En tanto el cuerpo no esté enterrado, el alma sufre y el espíritu de impureza está ahí para habitar en ese cuerpo y contaminarlo.
Traducción al Hebreo:
8. דָּבָר אַחֵר – כְּשֶׁנִּפְרֶדֶת הַנְּשָׁמָה מִן הַגּוּף וְרוֹצָה לָלֶכֶת לְאוֹתוֹ הָעוֹלָם, לֹא תִכָּנֵס לְאוֹתוֹ הָעוֹלָם עַד שֶׁנּוֹתְנִים לָהּ גּוּף אַחֵר מֵאוֹר, וְאַחַר כָּךְ יְכוֹלָה לְהִכָּנֵס. וּמֵאֵלִיָּהוּ תֵּדַע, שֶׁהָיוּ לוֹ שְׁנֵי גוּפִים, אֶחָד שֶׁבּוֹ נִרְאֶה לְמַטָּה לִבְנֵי אָדָם, וְאֶחָד שֶׁבּוֹ נִרְאֶה לְמַעְלָה בֵּין מַלְאָכִים עֶלְיוֹנִים קְדוֹשִׁים. וְכָל עוֹד שֶׁהַגּוּף לֹא נִקְבָּר, זֶהוּ צַעַר לַנְּשָׁמָה, וְרוּחַ טֻמְאָה מִזְדַּמֶּנֶת לִשְׁרוֹת עָלָיו וּלְטַמֵּא אֶת אוֹתוֹ הַגּוּף.
Comentario de Zion Nefesh:
Cuando una persona está en su lecho de muerte, tres mensajeros acuden a ella. En ese momento ve lo que no pudo ver en este mundo. Él ve el Día del Juicio cuando el Rey le pide que devuelva el depósito, que es su alma que Hashem le dio para usar en este mundo.
La vida en este mundo es el aspecto de las siete Sefirot desde Jesed hasta Maljut. En el momento de la muerte, las tres Sefirot Superiores se conectan con las siete de la persona para permitir que entre el alma.
El ángel de la muerte tiene el deber de separar el alma del cuerpo, soltándolo para que ascienda y deja caer el cuerpo como una vestimenta no deseada.
El Zohar explica que el alma experimenta un gran dolor cuando la espada del Ángel de la Muerte corta la esclavitud entre el cuerpo y el alma.
Solo el deseo de ver a la Shejiná (Biná, la octava) ayuda al alma a abandonar el cuerpo y moverse hacia la Shejiná (la Luz completamente blanca).
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