Traducción al Español: Daniel Schulman
129. Hemos aprendido que cuando Uriel fue visto sobre el altar en la semejanza de un poderoso león que se agacha sobre su presa, los sacerdotes e Israel vieron y se alegraron, porque ellos sabían que su sacrificio era bienvenido por el Santo Rey. Otro fuego, Santo y Superno, descendió DESDE ARRIBA, QUE ES EL ÁNGEL URIEL, contra el fuego inferior ENCENDIDO EN EL ALTAR. El hombre entonces iría temblando ante su Señor y se arrepentiría por completo.
130. Esto es como un rey a quien EL PUEBLO envió un regalo que fue bienvenido. Él le dijo a su criado: Ve y toma este regalo que me trajeron. Así el Santo, bendito sea Él, le dijo al ángel Uriel: «Ve y toma el regalo que Mis hijos Me ofrecieron». Cuanto gozo y dulzura había en todo cuando los Sacerdotes, los Levitas y el que traía el sacrificio estaban decididos a sacrificar la ofrenda correctamente, en completa unión.
Traducción al Hebreo:
130. לְמֶלֶךְ שֶׁשָּׁלְחוּ לוֹ דּוֹרוֹן, וְהָיָה מְקֻבָּל לְפָנָיו. אָמַר לְעַבְדּוֹ, לֵךְ וְטֹל אֶת הַדּוֹרוֹן הַזֶּה שֶׁהֵבִיאוּ לִי. כָּךְ אָמַר הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לְאוּרִיאֵל, לֵךְ וְקַבֵּל אֶת הַדּוֹרוֹן שֶׁבָּנַי מַקְרִיבִים לְפָנַי. כַּמָּה שִׂמְחָה נִמְצֵאת בַּכֹּל, כַּמָּה הִתְבַּשְּׂמוּת נִמְצֵאת בַּכֹּל, כְּשֶׁהַכֹּהֵן וְהַלֵּוִי וְאוֹתוֹ שֶׁמַּקְרִיב קָרְבָּן מְכַוְּנִים לְהַקְרִיב קָרְבָּן כָּרָאוּי בְּיִחוּד שָׁלֵם.
Comentario de Zion Nefesh:
# 129
Hemos estudiado que cuando los Sacerdotes y los Israelitas vieron en el altar la apariencia de un león fuerte echado sobre su presa, se regocijaron porque sabían que su ofrenda había sido recibida de buena gana ante el Santo Rey y otro fuego Santo Superior descendió contra el fuego inferior. Entonces el hombre que trajo la ofrenda se estremece ante su Señor y se arrepiente por completo.
# 130
Es como un rey al que su pueblo envía un regalo que le gusta. Éste envió a su sirviente para que le trajera el regalo. Del mismo modo, el Santo, bendito sea Él, le dice al ángel Uriel: ve y recibe el regalo que me trajeron mis hijos.
La alegría se esparce por todas partes cuando el Sacerdote, el Levita y la persona que trajo la ofrenda tuvieron la intención adecuada y se unieron por completo.
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