Traducción al Español: Daniel Schulman
124. Rabí Aja fue al pueblo de Tarsha, donde se quedó en una posada. La gente de esa aldea susurró sobre él, diciendo: Un gran hombre ha llegado aquí; vamos a él Ellos le dijeron: ¿No tienes piedad de nosotros debido a la plaga? Él les dijo: ¿Cuál plaga? Ellos respondieron: Una plaga azotó la aldea hace siete días. Y cada día que pasa, empeora
125. Él respondió: Vayamos a la sinagoga y roguemos por Misericordia ante el Santo, bendito sea Él. Mientras estaban en camino, la gente se les acercó y les dijeron los nombres de las personas que habían muerto o estaban a punto de morir. Rabí Aja les dijo: Este no es es hora de hablar, el tiempo presiona.
126. Elijan cuarenta hombres de entre los más dignos y divídanlos en cuatro grupos. Yo estaré entre ustedes. Diez hombres deberían ir a cada una de las cuatro esquinas de la ciudad. Allí, recitaries, con el poder de vuestras almas, las frases de la ofrenda de incienso, que el Santo, bendito sea Él, entregó a Moshé. Y deberías recitar también las frases de las ofrendas de sacrificio.
127. Y así recitaron esas frases tres veces en cada una de las cuatro esquinas de la ciudad. Luego les dijo: vamos a visitar a los que están a punto de morir. Elijan entre ustedes PERSONAS QUE PUEDAN IR a sus casas y recitar LO QUE HEMOS DICHO. Cuando terminen, digan estos versículos: «Luego dijo Moshé a Aharón: ‘¡Toma tu incensario …Tomólo entonces Aharón…Pues se colocó entre los muertos y los vivos…» (Bemidbar/Números 17:11-13) Siguieron estas instrucciones, y entonces LA PLAGA cesó.
Traducción al Hebreo:
125. אָמַר לָהֶם, נֵלֵךְ לְבֵית הַכְּנֶסֶת וּנְבַקֵּשׁ רַחֲמִים מִלִּפְנֵי הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא. עַד שֶׁהָיוּ הוֹלְכִים, בָּאוּ וְאָמְרוּ, פְּלוֹנִי וּפְלוֹנִי מֵתוּ, וּפְלוֹנִי וּפְלוֹנִי נוֹטִים לָמוּת. אָמַר לָהֶם רַבִּי אַחָא, אֵין עֵת לַעֲמֹד כָּךְ, שֶׁהַשָּׁעָה דְחוּקָה. 126. אֲבָל תַּפְרִישׁוּ מִכֶּם אַרְבָּעִים בְּנֵי אָדָם מֵאֵלּוּ הַיּוֹתֵר זַכָּאִים. עֲשָׂרָה עֲשָׂרָה לְאַרְבָּעָה חֲלָקִים, וַאֲנִי עִמָּכֶם, עֲשָׂרָה לִקְצֵה הָעִיר וַעֲשָׂרָה לִקְצֵה הָעִיר, וְכֵן לְאַרְבַּע קַצְווֹת הָעִיר, וְאִמְרוּ בְּנֶפֶשׁ חֲפֵצָה עִנְיָן שֶׁל קְטֹרֶת הַסַּמִּים שֶׁהַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא נָתַן לְמֹשֶׁה, וְעִנְיָן שֶׁל הַקָּרְבָּנוֹת אִתּוֹ. 127. עָשׂוּ כָּךְ שָׁלֹשׁ פְּעָמִים וְעָבְרוּ בְּכָל הָעִיר לְאַרְבַּע קְצָווֹת וְהָיוּ אוֹמְרִים כֵּן. לְבַסּוֹף אָמַר לָהֶם, נֵלֵךְ לְאֵלּוּ שֶׁנּוֹטִים לָמוּת, וְתַפְרִישׁוּ מִכֶּם לְבָתֵּיהֶם וְתֹאמְרוּ כָּךְ, וְכַאֲשֶׁר תְּסַיְּמוּ, תֹּאמְרוּ אֵלּוּ הַפְּסוּקִים, וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה אֶל אַהֲרֹן קַח אֶת הַמַּחְתָּה וְתֵן עָלֶיהָ אֵשׁ וְגוֹ’, וַיִּקַּח אַהֲרֹן וְגוֹ’, וַיַּעֲמֹד בֵּין הַמֵּתִים וגו’. וְכֵן עָשׂוּ וְהִתְבַּטֵּל מֵהֶם (הַמָּוֶת).
Comentario de Zion Nefesh:
# 124
Rabí Ajá fue al pueblo de Tarsha y se hospedó en una posada. Los lugareños vieron que era un gran hombre y se acercaron a él para preguntarle si no le temía a la plaga que trae muertes al pueblo. Él les preguntó: ¿Cuál plaga? y le dijeron que desde hace siete días había muerte en el pueblo y cada día era peor.
# 125
Él les dije: vayamos a rezar a la sinagoga y pidamos misericordia al Santo, bendito sea Él. Mientras estaban en camino, la gente vino a decirles que más personas habían muerto y que otras estaban a punto de morir.
Rabí Ajá les dijo, ahora no es el momento de pararse así porque el tiempo apremia.
# 126
En cambio, cuarenta personas serán separadas de ustedes, personas que siguen la Torá y se dividirán en cuatro grupos de diez. Y estoy con ustedes. Diez para este rincón de la ciudad y diez para otro rincón de la ciudad, lo mismo para los cuatro esquinas de la ciudad. Y luego reciten con todo su corazón las palabras del incienso que el Santo, bendito sea Él, le dio a Moshé. Además, agreguen los versículos de los sacrificios.
# 127
Háganlo tres veces, en cada rincón de la ciudad. Luego les dijo, iremos a los que están a punto de morir y recitaremos lo mismo. Otras personas de entre ustedes irán a otros hogares y dirán lo que hemos dicho y cuando hayan terminado, dirán estos versículos:
Bemidbar/Números 17:11-13
«Luego dijo Moshé a Aharón; ‘¡toma tu incensario y echa en él fuego encima del altar y pon incienso y tráelo pronto a la congregación y haz expiación por ella, porque de la presencia de Hashem ha salido explosión de ira; ha comenzado ya la mortandad!'»
“Tomólo entonces Aharón, como Moshé le había dicho y corrió en medio de la asamblea; y, he aquí, la mortandad había en efecto comenzado entre el pueblo; y echó incienso e hizo la expiación por el pueblo»
“Pues se colocó entre los muertos y los vivos; y así se detuvo la mortandad».
Ellos siguieron las instrucciones de Rabí Ajá y la plaga se detuvo.
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