Daily Zohar 4379
Traducción al Español: Daniel Schulman
145. De la misma manera, las almas de los justos en el Mundo de la Verdad se visten con vestiduras y actúan de acuerdo con ese mundo. Así vestidas, están preparadas para mirar la Luz que brilla en la tierra de los vivos, ES DECIR, SE CUBREN CON LA LUZ DEL PRINCIPIO FEMENINO, DESDE LA CUAL PUEDEN MIRAR LA LUZ DEL ESPEJO RADIANTE. CUANDO JIZKIAHU LLAMÓ: «Iah, Iah, en la tierra de los vivientes», temió ya no ser digno de contemplar esa luz y merecer esa visión. El arroyo que corre DESDE EL JARDÍN DEL EDÉN, él lo detuvo y no engendró hijos. Y QUIEN NO SE ENCUENTRA EN EL ACTO DE PROCREACIÓN, MANCHA EL RÍO QUE FLUYE DEL JARDÍN DEL EDEN, QUE ES IESOD DE ZEIR ANPIN. ESTO SE INDICA EN EL VERSÍCULO: «No miraré más al hombre». Esto se refiere al primer hombre, como ya se ha explicado. ADAM SE SIENTA A LA PUERTA DEL JARDÍN DEL EDÉN Y RECIBE LAS ALMAS DE LOS JUSTOS QUE ALLÍ LLEGAN. JIZKIAHU TEMÍA QUE NO FUERA DIGNO DE VER A ADAM EN LA PUERTA.
146. ¿Y cuál fue la razón de todo esto, ES DECIR, POR QUÉ JIZKIAHU TEMÍA ESTO? Porque el profeta le dijo, «porque morirás» en este mundo «y no vivirás» (Ieshaiahu/Isaías 38:1) en el Mundo de la Verdad. Porque al morir, aquel que no ha engendrado hijos en este mundo, queda expulsado de todo lo dicho anteriormente y no puede quedarse a contemplar esa luz resplandeciente. Si este fue el caso de Jizkiahu, que era un hombre puro y justo, mucho más de aquellos que no tienen mérito ancestral que los sustente e incluso han pecado ante su Señor.
Traducción al Hebreo:
146. וְכָל זֶה לָמָּה? כִּי אָמַר לוֹ הַנָּבִיא, כִּי מֵת אַתָּה – בָּעוֹלָם הַזֶּה, וְלֹא תִחְיֶה – לָעוֹלָם הַבָּא. מִשּׁוּם שֶׁמִּי שֶׁלֹּא [הָיָה] מוֹלִיד בָּנִים בָּעוֹלָם הַזֶּה, כְּשֶׁיּוֹצֵא מִמֶּנּוּ, מְגָרְשִׁים אוֹתוֹ מִכָּל מַה שֶּׁאָמַרְנוּ, וְלֹא שׁוֹרֶה לִרְאוֹת בְּאוֹתוֹ אוֹר הַמֵּאִיר [כָּל שֶׁכֵּן וְכָל שֶׁכֵּן לִשְׁאָר הָעַמִּים וּשְׁאָר בְּנֵי הָאָדָם]. וּמָה חִזְקִיָּה שֶׁהָיְתָה לוֹ זְכוּת אָבוֹת וְהוא זַכַּאי צַדִּיק וְחָסִיד כָּךְ, כָּל שֶׁכֵּן מִי שֶׁאֵין לוֹ זְכוּת אָבוֹת וְחוֹטֵא לִפְנֵי רִבּוֹנוֹ.
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#145
De manera similar, las almas de los Justos en el Mundo Superior, el mundo de la Verdad, están vestidas con la ropa de ese mundo, por lo que se comportan de acuerdo con su ropa.
Entonces podrán mirar la Luz que brilla en esa tierra de los vivos, ‘Eretz Hajaim’, es decir, la Luz de la Nukva de Zeir Anpin. Y éste es Iah Iah en la tierra de los vivientes. El rey Jizkiahu pensó que no recibiría la misma Luz y la misma capacidad de mirar la Luz Superior porque el río de Luz lo detuvo y no dio a luz.
«No miraré más al hombre (Adam)» (Ieshaiau/Isaías 38:11), relacionado con Adam sentado a la puerta del Jardín del Edén, como se explicó anteriormente.
Lección:
El rey Jizkiahu era justo y no quería casarse porque vio en su Espíritu Santo que tendría un hijo malvado y por eso no podrá llegar al Jardín del Edén y ver a Adam.
El Rey finalmente se casó con la hija del profeta Ieshaiahu y tuvo dos hijos; uno murió joven y el otro, Menashe, se convirtió en rey después de la muerte de su padre. Y él era malvado, pero luego hizo Teshuvá.
Esta interesante historia está aquí en versión inglesa: https://www.sefaria.org/sheets/120745.1?lang=bi&with=all&lang2=en
#146
El rey Jizkiahu pensó así porque el profeta Ieshaiahu se le dijo:
Melajim Bet/Reyes II 20:1
“En aquellos días Jizkiahu enfermó de muerte. Y vino a verle el profeta Ieshaiahu, hijo de Amós, y le dijo: ‘Así dice Hashem; Haz tu testamento porque morirás y no vivirás”
«Morirás» en este mundo y «no vivirás» en el mundo de la Verdad Superior.
Porque quien no engendra hijos en este mundo, cuando lo deja, es expulsado del Jardín del Edén y de todo lo comentado anteriormente y no podrá ver en la iluminación de la Luz en el Jardín del Edén.
Aunque el Rey era justo, tenía que seguir las reglas.
Lección:
El primer pecado de Adam y Javá trajo la mortalidad al mundo. Por eso, el hombre es responsable de crear la continuación de la Vida en el mundo. Puesto que la mujer tiene el aspecto de vasija, no tiene la obligación hasta que reciba la fuerza de Vida de su marido, y ella se haga cargo del proceso de elevar y nutrir la Vida recién creada hasta la madurez y una fuerza de continuación de La vida en el mundo.
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