ZOHAR DIARIO # 4596 – EMOR – QUITA TU CALZADO DE TUS PIES




Daily Zohar 4596

Holy Zohar text. Daily Zohar -4596

Traducción al Español: Daniel Schulman

325. Rabí Iesa comenzó diciendo: «No te llegues acá. Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que estás tierra santa es» (Shemot/Éxodo 3:5). Dice: «No te llegues acá» de Moshé, de quien, desde el día en que nació, el Santo Esplendor Superno no fue quitado. EL SANTO, BENDITO SEA ÉL, le dijo: ‘Moshé, hasta este momento no eres digno de servir a Mi gloria. “Quita tu calzado de tus pies.”” Si esto está escrito de Moshé, AUNQUE se acercó con reverencia y santidad, mucho más lo es de quien se acerca al Rey con desprecio.

326. Rabí Aba dijo: «Cualquier hombre que maldijere a su Elokim llevará su pecado». Ven y mira, cuando Israel vivía en Egipto, estaban familiarizados con los ministros del mundo nombrados sobre las otras naciones. Cada uno tenía su propio ídolo. Una vez que se conectaron con el vínculo de la Fe y el Santo, bendito sea Él, los atrajo hacia Su servicio, los abandonaron y se acercaron a la Santa Fe superna. Por eso está escrito: «Cualquier hombre que maldijere a su Elokim», ES DECIR, UNO DE LOS SETENTA MINISTROS, aunque sea idolatría, ya que Yo los nombré ministros para guiar al mundo, quien los maldiga y los profane, «llevará su pecado» seguramente. Porque por Mi poder existen y guían a la gente en el mundo. Pero «aquel que blasfemare el nombre de Hashem, será muerto irremisiblemente» (Vaikrá/Levítico 24:16). No está ESCRITO que «llevará su pecado», como en relación con esos SETENTA MINISTROS, sino «será muerto irremisiblemente». Será ejecutado en este mundo y seguramente morirá en el Mundo que Viene. En cuanto a esos SETENTA MINISTROS, está escrito que «llevará su pecado», porque se comporta con desprecio hacia Mi obra, hacia Mi siervo que Yo designo, lo cual está prohibido. Pero no se le puede castigar con la muerte por eso.

 

Traducción al Hebreo:

325. רַבִּי יֵיסָא פָּתַח וְאָמַר, (שם ג) אַל תִּקְרַב הֲלֹם שַׁל נְעָלֶיךָ מֵעַל רַגְלֶיךָ כִּי הַמָּקוֹם אֲשֶׁר אַתָּה עוֹמֵד עָלָיו אַדְמַת קֹדֶשׁ הוּא. וּמַה מֹּשֶׁה, מִיּוֹם שֶׁנּוֹלַד, לֹא סָר מִמֶּנּוּ הַזֹּהַר הַקָּדוֹשׁ הָעֶלְיוֹן, כָּתוּב בּוֹ אַל תִּקְרַב הֲלֹם. אָמַר לוֹ, מֹשֶׁה, עַד כָּאן אֵינְךָ כְּדַאי לְהִשְׁתַּמֵּשׁ בִּכְבוֹדִי שַׁל נְעָלֶיךָ. וּמַה מֹּשֶׁה כָּךְ, שֶׁהָיָה מִתְקָרֵב בְּיִרְאָה בִּקְדֻשָּׁה כָּתוּב בּוֹ כָּךְ – מִי שֶׁקָּרֵב בְּאֹרַח שֶׁל קָלוֹן אֶל הַמֶּלֶךְ עַל אַחַת כַּמָּה וְכַמָּה.
326. רַבִּי אַבָּא אָמַר, אִישׁ אִישׁ כִּי יְקַלֵּל אֱלֹהָיו וְנָשָׂא חֶטְאוֹ. בֹּא רְאֵה, כְּשֶׁהָיוּ יִשְׂרָאֵל בְּמִצְרַיִם, הָיוּ מַכִּירִים אֶת אוֹתָם הַגְּדוֹלִים שֶׁל הָעוֹלָם שֶׁמְּמֻנִּים עַל שְׁאָר הָעַמִּים, וּלְכָל אֶחָד וְאֶחָד הָיָה לוֹ פַּחַד לְבַדּוֹ מֵהֶם. כֵּיוָן שֶׁנִּקְשְׁרוּ בְּקֶשֶׁר הָאֱמוּנָה, וְקֵרַב אוֹתָם הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לַעֲבוֹדָתוֹ, נִפְרְדוּ מֵהֶם וְקָרְבוּ לָאֱמוּנָה הָעֶלְיוֹנָה הַקְּדוֹשָׁה. וּמִשּׁוּם כָּךְ כָּתוּב אִישׁ אִישׁ כִּי יְקַלֵּל אֱלֹהָיו, וְאַף עַל גַּב שֶׁזּוֹהִי עֲבוֹדָה זָרָה, כֵּיוָן שֶׁאֲנִי הִפְקַדְתִּי לָהֶם מְמֻנֶּה לְהַנְהִיג אֶת הָעוֹלָם, מִי שֶׁמְּקַלֵּל וּמְבַזֶּה אוֹתָם, וַדַּאי וְנָשָׂא חֶטְאוֹ, שֶׁהֲרֵי בִּרְשׁוּתִי עוֹמְדִים וְהוֹלְכִים וּמַנְהִיגִים אֶת בְּנֵי הָעוֹלָם. אֲבָל וְנֹקֵב שֵׁם ה’ מוֹת יוּמָת, לֹא וְנָשָׂא חֶטְאוֹ כְּמוֹ לְאֵלּוּ, אֶלָּא מוֹת יוּמָת. מוֹת בָּעוֹלָם הַזֶּה, יוּמָת בָּעוֹלָם הבָּא. לְאֵלֶּה וְנָשָׂא חֶטְאוֹ, מִשּׁוּם שֶׁמְּבַזֶּה מַעֲשֵׂי יָדָיו, מְבַזֶּה אֶת הַשַּׁמָּשִׁים שֶׁלִּי שֶׁאֲנִי הִפְקַדְתִּי, וְאָסוּר הוּא, אֲבָל מִיתָה לֹא הִתְחַיְּבָה בָהֶם.

 

Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior

#325
Rabí Iesa abrió y dijo:

Shemot/Éxodo 3:5
“Y Él dijo: ‘No te llegues acá, quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que estás, tierra santa es”

Desde el día en que nació, Moshé nunca estuvo sin el resplandor Santo y, sin embargo, está escrito sobre él: ‘No te llegues acá’, el Santo, bendito sea, le dijo: ‘Moshé, hasta ahora, no eres digno de usar mi honor. Quítate el calzado. Si a Moshé se le dijo esto a pesar de acercarse con temor y santidad, ¿cuánto más a cualquiera que se acerque al rey con falta de respeto?

#326
Rabí Aba dijo: «Cualquier hombre que maldijere a su Elokim llevará su pecado» (Vaikrá/Levítico 24:15). Ven y mira, cuando Israel estaba en Egipto, estaban conscientes de los setenta ministros nombrados sobre otras naciones, y cada uno tenía su propio dios ídolo.

Una vez que estuvieron unidos por el vínculo de la Fe, el Santo, bendito sea Él, los acercó a Su servicio. Se separaron de estos ídolos y se acercaron a la Fe Superna y Santa. Por lo tanto, está escrito: ‘Cualquier hombre que maldijere a su Elokim’, refiriéndose a uno de estos setenta ministros mencionados anteriormente. Aunque es idolatría, ya que los nombré para gobernar el mundo, quienquiera que los maldiga e insulte «llevará su pecado». Existen y funcionan según Mi orden y gobiernan a la gente del mundo.

Pero «aquel que blasfemare el nombre de Hashem, será muerto irremisiblemente» (Vaikrá/Levítico 24:16). No dice ‘llevará su pecado’ como con estos setenta ministros, sino ‘morirá irremisiblemente’: muerte en este mundo, y morirá en el Mundo que Viene. En cuanto a estos setenta ministros, quien los maldiga ‘cargará con su pecado’ porque insulta a mis siervos designados, y esto está prohibido. Sin embargo, no está sujeto a muerte por ello.

Lección:
A pesar del estatus único de Moshé y su conexión constante con la Luz Santa desde su nacimiento, todavía se le ordenó quitarse el calzado para desconectarse de Maljut y alcanzar una mayor elevación. Si se requería tal reverencia por parte de Moshé, quien se acercó con temor y santidad, es aún más crítico que cualquier otra persona evite faltarle el respeto a Hashem.

La distinción entre maldecir a los ministros y blasfemar el Santo Nombre resalta los diferentes niveles de ofensa y los castigos correspondientes. Insultar a los ministros incurre en pecado pero no en la muerte, mientras que maldecir el Nombre de Hashem incurre en la pena máxima.

Cuando rezamos a Hashem, debemos recordar que Él está frente a nosotros. Por lo tanto, debemos actuar como si estuviéramos frente al Santo Rey. Debemos estar limpios en cuerpo y alma y vestir apropiadamente.

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