Traducción al Español: Daniel Schulman
< El texto anterior corresponde a la sección Vaishlaj>
Publicado en el ZD 1612
30. Ven y mira: está escrito de Bilam, «Y Elokim se presentó en la noche a vino a Bilam» (Bamidbar/Números 22:20). Acerca de Labán, el versículo dice: «Pero Elokim se apareció ante Labán el arameo en un sueño nocturno y le dijo:’¡Cuídate de hablar con Iaacov bien ni mal’!” (Bereshit/Génesis 31:24).
ESTO NOS MUESTRA QUE LABÁN ERA TAN GRANDE COMO BILAM. ÉL PREGUNTA: ¿Por qué está escrito, ‘de hablar’ en lugar de ‘dañar’? ÉL RESPONDE: Labán no perseguía a Iaacov con un ejército de hombres para hacer la guerra en su contra, porque el poder de Iaacov y sus hijos era mayor que el de Labán. Sino que lo persiguió para matarlo con su boca y destruirlo todo, como está escrito, «Un arameo intentó destruir a mi ancestro» Por esta razón, dice, «de hablar», y no, ‘de dañar’. También está escrito, «Mi mano tiene el poder de dañarte» ¿Cómo sabía que él tenía el poder? A partir de «Pero el Elokim de tu padre me habló anoche…»
31. Este es el testimonio de lo que el Santo, bendito sea Él, ordenó pronunciar, como está escrito: «Luego declararás y dirás ante Hashem, tu Elokim: ‘Un arameo intentó destruir a mi ancestro» «Declararás» es similar a los versículos, «No atestigües en falso» (Shemot(Éxodo 20:13), Y TAMBIEN, «y que atestiguaron falsamente contra su prójimo» (Dvarim/Deuteronomio 19:18).
Traducción al Hebreo:
31. וְזוֹהִי הָעֵדוּת שֶׁצִּוָּה הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לְהָעִיד, שֶׁכָּתוּב (דברים כו) וְעָנִיתָ וְאָמַרְתָּ לִפְנֵי ה’ אֱלֹהֶיךָ אֲרַמִּי אֹבֵד אָבִי וגו’. וְעָנִיתָ – כְּמוֹ שֶׁנֶּאֱמַר (שמות כ) לֹא תַעֲנֶה בְרֵעֲךָ, (דברים יט) עָנָה בְאָחִיו.
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
Después de traer la ofrenda al sacerdote en el Templo Sagrado, la Torá nos enseña a decir al sacerdote:
Dvarim/Deuteronomio 26:5
«En seguida responderás y dirás en presencia de Hashem: ‘Un arameo errante fue mi padre, el cual, con muy pocos hombres, bajó a Egipto para morar allí temporalmente y allí vino a ser una nación grande, fuerte y numerosa».
Mencionamos estas palabras en la historia de Pesaj para hacer conexión con la Redención Final. Los sabios nos dicen que el Arameo es Labán, quien tenía planeado controlar a Iaacov y el futuro de los hijos de Israel. Debido a la protección de Hashem los israelitas pudieron salvarse y ser libres.
{||}