Traducción al Español: Daniel Schulman
427. Porque el corazón es el Trono del Juicio, y los cuatro seres vivientes, que son sus mensajeros, son las dos alas de los pulmones y los dos riñones, ES DECIR: JESED, GUEVURÁ, NETZAJ Y HOD, porque las alas de los pulmones son el secreto de «Así eran sus caras y sus alas estaban extendidas hacia arriba» (Iejezkel/Ezequiel 1:11) para dar la bienvenida al Rey, que es «espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y temor de Hashem «(Ieshaiahu/Isaías 11:2), porque es Él quien se sienta en el Trono, que es el corazón, QUE ES EL TRONO DEL JUICIO, y todos los latidos sigue en pos de él como soldados detrás de su rey.
428. Y el viento que sopla desde las alas del pulmón soplan a través de las dos fosas nasales y está frío y congelado a la izquierda y cálido a la derecha. Y desde el punto de vista del cerebro, que es el Trono de la Misericordia, el viento frío está a la Derecha, que es Jesed, y el cálido está a la Izquierda, que es Guevurá, porque allí reside el corazón. Y el cerebro es templado entre ambos, DERECHO E IZQUIERDO, y así el corazón es mezcla de frío y calor, ES DECIR, POR MEDIO DEL VIENTO DE LAS ALAS DEL PULMÓN QUE SOPLA EN ÉL, y el cerebro también ES MEZCLA DEE FRÍO Y CALOR, PORQUE EL CEREBRO Y EL CORAZÓN reciben el uno del otro.
429. Y el bazo, con sus campos, que son los siervos y la sierva, recogen los residuos de todo. Y Shlomó dijo sobre
ellos: «Compré siervos y siervas» (Kohelet/Eclesiastés 2:7). Los dos riñones son llamados ‘ofrendas ígneas’, nombradas después que las ofrendas ígneas Supernas, sobre las cuales se dice: «comerán de las ofrendas ígneas de Hashem y de la herencia de Él» (Dvarim/Deuteronomio 18:1).
Traducción al Hebreo:
429. וְאֶת הַשְּׁמָרִים שֶׁל הַכֹּל נוֹטֵל הַטְּחוֹל וְהַמַּחֲנוֹת שֶׁלּוֹ, שֶׁהֵם עֲבָדִים וּשְׁפָחוֹת, שֶׁאָמַר עֲלֵיהֶם שְׁלֹמֹה, (קהלת ב) קָנִיתִי לִי עֲבָדִים וּשְׁפָחוֹת. שְׁתֵּי כְלָיוֹת נִקְרָאוֹת אִשִּׁים, עַל שֵׁם אִשִּׁים שֶׁל מַעְלָה, שֶׁנֶּאֱמַר בָּהֶם (דברים יח) אִשֵּׁי ה’ וְנַחֲלָתוֹ יֹאכֵלוּן.
Comentario de Zion Nefesh:
El corazón representa un Trono de Juicio en el cuerpo. Sus mensajeros son las dos alas de los pulmones y los dos riñones. Necesitamos equilibrarlo para que el rey pueda sentarse en su trono con misericordia.
Ieshaiahu/Isaías 11: 2
«Y reposará sobre él el espíritu de Hashem, espíritu de sabiduría (Jojmá) y de inteligencia (Biná), espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento (Da’at) y del temor de Hashem (la revelación de la Luz)»
Este versículo de la profecía de Ieshaiahu/Isaías describe el equilibrio máximo que traerá Mashíaj al mundo. Cuando la Derecha (Jojmá) y la Izquierda (Biná) se unen, crean una conexión que se denomina ‘Conocimiento’ (dos lados del cerebro) y la Luz se canaliza hacia Zeir Anpin y la Luz es revelada. Eso es posible gracias a la unificación de las dos superiores.
Los tres niveles superiores de Jojmá, Biná y Da’at proporcionan la fuerza del corazón. Entran en nosotros con cada respiración que enfría el corazón y le da el pulso necesario para impulsar la sangre y energizar el cuerpo.
Para aquellos que leyeron los ZD anteriores… El átomo con sus tres elementos principales tiene un aspecto similar que ‘sopla’ un aliento de vida para mantener al átomo ‘vivo’. La fuerza interior es Jojmá, Biná y Da’at. Los científicos no lo entenderán hasta que agreguen las letras hebreas a la tabla periódica. Sucederá cuando llegue Mashíaj.
El aire que entra en las alas a través de las dos fosas nasales de la nariz representa la Luz de Zeir Anpin y proporciona el aspecto refrescante. Proporciona el importante equilibrio que se comparte entre el corazón y el cerebro.
Los dos riñones también deben estar en equilibrio, de lo contrario fallarán y arrastrarán a todo el cuerpo con ellos.
Una técnica adecuada de meditación y respiración es importante para equilibrar el cuerpo a nivel físico y espiritual. Esto se tratará más a fondo en el próximo ZD, pero aquí deberíamos aprender que todo el cuerpo debe ser tratado como una unidad para tener un equilibrio completo. Todo afecta a todo lo demás.
No podemos comer demasiada comida de buena calidad. No podemos tragar una ración normal de comida. Existe un método equilibrado y un proceso para cada acción. No hay atajos. Por eso la comida refinada es mala para nosotros. Si se digiere demasiado rápido en el cuerpo, como productos de harina blanca, azúcar fina, etc., va en contra del proceso natural de «ganar» la energía.
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