Traducción al Español: Daniel Schulman
12. Quien ora, debe disponer primero la alabanza a su Señor y luego recitar su propia plegaria. Porque esto es lo que Moshé dijo, en primer lugar «Comenzaste a mostrarme…» (Dvarim/Deuteronomio 3:24), y luego RECITÓ SU ORACIÓN: «Te imploro que me permitas cruzar…» (Id. 25). Rabí Iehudá dijo: ¿Cuál es la diferencia aquí entre el primer Nombre, ADNI, que se deletrea Alef Dalet Nun Iud y luego Iud Hei Vav Hei, que pronunciamos Elokim, ES DECIR: «ADNI ELOKIM, COMENZASTE…». ÉL RESPONDE: El orden es así, de abajo hacia arriba, YA QUE ADNI ES MALJUT Y IUD HEI VAV HEI ES ZEIR ANPIN. ÉL LO DIJO DE ESTE MODO a fin de incluir la cualidad del día con la noche y la cualidad de la noche con el día y unificar todo junto correctamente. LA CUALIDAD DEL DÍA ES ZEIR ANPIN Y LA CUALIDAD DE LA NOCHE ES MALJUT.
13. «Comenzaste a mostrarme a mí, tu servidor» (Dvarim/Deuteronomio 3:24). ÉL PREGUNTA: ¿Qué clase de principio hay aquí, AL DECIR, «COMENZASTE…?» Y responde: Ciertamente Moshé era un comienzo en el mundo, en ser absolutamente perfecto. Uno puede decir que Iaacov era perfecto ANTES QUE MOSHÉ. Porque el árbol, ZEIR ANPIN, fue perfeccionado a través de él, abajo como era Arriba, PORQUE ÉL TENÍA DOCE HIJOS QUE CORRESPONDEN A LOS DOCE LÍMITES DE ZEIR ANPIN Y SETENTA ALMAS QUE CORRESPONDEN A LAS SETENTA RAMAS EN EL ÁRBOL SUPERNO, ZEIR ANPIN. Sin duda, es así. Pero Moshé logró lo que ningún otro había hecho, siendo más completamente adornado con miles y decenas de miles del pueblo de Israel, con la Torá, con el Tabernáculo, con los sacerdotes y los Levitas, con las doce tribus, CON DOCE príncipes designados sobre ellos, con los setenta miembros del Sanhedrín.
Él fue completado en todo el cuerpo, EL SECRETO DE TIFERET QUE INCLUYE DERECHA E IZQUIERDA. Porque Aharón estaba a su derecha, Najshón a su izquierda y él estaba entre ambos.
Traducción al Hebreo:
13. אַתָּה הַחִלּוֹתָ לְהַרְאוֹת אֶת עַבְדְּךָ. מָה הָרֵאשִׁית כָּאן? אֶלָּא וַדַּאי מֹשֶׁה רֵאשִׁית הָיָה בָּעוֹלָם לִהְיוֹת שָׁלֵם בַּכֹּל. וְאִם תֹּאמַר, יַעֲקֹב הָיָה שָׁלֵם, וְהָאִילָן הִשְׁתַּלֵּם לְמַטָּה כְּמוֹ לְמַעְלָה – כָּךְ זֶה בְּוַדַּאי, אֲבָל מַה שֶּׁהָיָה לְמֹשֶׁה לֹא הָיָה לְאָדָם אַחֵר, שֶׁהֲרֵי הִתְעַטֵּר בִּשְׁלֵמוּת יְתֵרָה בְּכַמָּה אֲלָפִים וּרְבָבוֹת מִיִּשְׂרָאֵל, בַּתּוֹרָה, בַּמִּשְׁכָּן, בַּכֹּהֲנִים, בַּלְוִיִּם, בַּשְּׁנֵים עָשָׂר שְׁבָטִים, גְּדוֹלִים מְמֻנִּים עֲלֵיהֶם, בְּשִׁבְעִים סַנְהֶדְרִין. הוּא הִשְׁתַּלֵּם בְּגוּף שָׁלֵם. אַהֲרֹן לְיָמִין , נַחְשׁוֹן לִשְׂמֹאל, וְהוּא בֵּינֵיהֶם.
Comentario de Zion Nefesh:
El proceso de la oración diseñada por los primeros sabios para ayudar a elevarnos espiritualmente desde lo inferior a los niveles Superiores, unifica la Luz y entonces la vasija atrae la Luz hacia abajo.
Antes de orar debemos tener la estructura del Árbol de la Vida y los cuatro mundos (‘Asiá’, Acción; Ietzirá, ‘Formación’, ‘Briá’, ‘Creación’, ‘Atzilut’, ‘Emanación’ en nuestras mentes. El proceso previo a la oración en silencio nos eleva desde el mundo inferior de la Acción, Maljut al mundo de la Emanación, Atzilut, Jojmá.
Durante la oración en silencio nos inclinamos y elevamos cuatro veces para conectar el Nombre inferior AD’NI con el Nombre Superior Iud-Hei-Vav-Hei. La primera inclinación liga las dos primeras letras de los Nombres Iud con Alef ; luego Hei con Dalet; Vav con Nun y Hei con Iud.
Cuando respondemos Amén a las bendiciones también unimos lo Superior con lo inferior. Esto nos da la oportunidad de unificar los Nombres Superiores e inferiores y revelar Luz en nuestras vidas y nuestro entorno.
Cuando escuchamos que quien dirige las oraciones en la sinagoga recita una bendición que empieza con «Baruj atá…»., Debemos estar listos para responder Amén inmediatamente después de cada bendición. No queremos perder ninguna de esas oportunidades. Las palabras previas a las bendiciones son los bloques con los que se construye la Vasija. La bendición real de «Baruj atá …» invita a la Luz a llegar a la vasija. Nuestro ‘Amén’ trae la Luz al interior de la vasija. La palabra Amén representa los dos Nombres, los unifica y manifiesta la Luz en nuestro nivel, Maljut. ‘Amén’, tiene el valor numérico de 91.
Esta es la forma que debemos meditar/ver delante de nosotros cuando decimos Amén.
Si uno no la ve en las paredes de su sinagoga, pida /demande que le sea mostrada. Es una herramienta cabalística muy importante que podemos utilizar a menudo.
La secuencia para el Amén del Kadish utiliza los mismos Nombres, pero comienza con la primera letra del Nombre inferior, porque el Kadish crea puentes entre las diferentes partes de las oraciones. Nos ayuda a elevamos de un mundo al otro.
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