ZOHAR DIARIO # 4180 – MISHPATIM – HUMILDAD, EL CAMINO A LA SABIDURÍA




Daily Zohar 4180

Holy Zohar text. Daily Zohar -4180

Traducción al Español: Daniel Schulman

143. El anciano comenzó con el versículo, «¡Hashem!, mi corazón no fue altanero, ni mis ojos fueron altivos…» (Tehilim/Salmos 131:1). El Rey David dijo que, debido a que era un rey superior, es el soberano sobre todos los reyes supremos y gobernantes desde el Oriente a Occidente, ES DECIR, ELLOS TEMÍAN SU PODER. Sin embargo, no pasó por su mente desviarse del camino, y siempre humilló su corazón ante su Señor. Cuando estaba ocupado con la Torá, se volvía fuerte como un león, y sus ojos siempre estaban fijos en el suelo por temor a su Señor. Cuando caminaba entre el pueblo, no tenía ninguna arrogancia.

144. Por lo tanto, está escrito: «¡Hashem!, mi corazón no fue altanero…» Mi corazón no es altanero aunque soy rey y soberano sobre todos los demás reyes del mundo. «Ni mis ojos fueron altivos» cuando estoy ante Ti, profundizando en la Torá. “Ni persigo cosas grandes y alejadas de mí” (Id.), cuando camino entre el pueblo. Si así lo dijo el Rey David, ¡cuánto más el resto de las personas del mundo! Y yo, cuán humilde de corazón soy y bajo mis ojos ante el Rey Santo. ¡Lejos esté de mí estar orgulloso de los asuntos santos de la Torá! Lloró y sus lágrimas cayeron sobre su barba.

 

Traducción al Hebreo:

143. פָּתַח אוֹתוֹ זָקֵן וְאָמַר, (תהלים קלא) ה’ לֹא גָבַהּ לִבִּי וְלֹא רָמוּ עֵינַי וְגוֹ’. דָּוִד הַמֶּלֶךְ אָמַר אֶת זֶה מִשּׁוּם שֶׁהָיָה מֶלֶךְ עֶלְיוֹן וְשׁוֹלֵט עַל כָּל הַמְּלָכִים הָעֶלְיוֹנִים וְהַשַּׁלִּיטִים שֶׁיֵּשׁ מִמִּזְרָח וְעַד מַעֲרָב, וְלֹא עָלָה עַל לִבּוֹ לִסְטוֹת מִן הַדֶּרֶךְ, וְתָמִיד שָׁפַל לִבּוֹ לִפְנֵי רִבּוֹנוֹ, וּכְשֶׁהָיָה עוֹסֵק בַּתּוֹרָה, הָיָה מִתְגַּבֵּר כָּאַרְיֵה, וְעֵינָיו תָּמִיד מֻנְמָכוֹת לָאָרֶץ מִפַּחַד רִבּוֹנוֹ, וּכְשֶׁהָיָה הוֹלֵךְ בֵּין הָעָם, לֹא הָיְתָה בּוֹ גַּסּוּת הָרוּחַ כְּלָל.
144. וְעַל זֶה כָּתוּב (תהלים קלא) ה’ לֹא גָבַהּ לִבִּי וְגוֹ’. לֹא גָבַהּ לִבִּי, אַף עַל גַּב שֶׁאֲנִי מֶלֶךְ שַׁלִּיט עַל כָּל שְׁאָר מַלְכֵי הָעוֹלָם. וְלֹא רָמוּ עֵינַי, בִּזְמַן שֶׁאֲנִי עוֹמֵד לְפָנֶיךָ וְעוֹסֵק בַּתּוֹרָה. וְלֹא הִלַּכְתִּי בִּגְדֹלוֹת וּבְנִפְלָאוֹת מִמֶּנִּי, בְּשָׁעָה שֶׁאֲנִי הוֹלֵךְ בֵּין הָעָם. וְאִם דָּוִד הַמֶּלֶךְ אָמַר כָּךְ – שְׁאָר בְּנֵי הָעוֹלָם עַל אַחַת כַּמָּה וְכַמָּה. וַאֲנִי כַּמָּה אֲנִי שְׁפַל לֵב עִם עַיִן נְמוּכָה לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ הַקָּדוֹשׁ, וַחֲבָל לִי שֶׁבִּדְבָרִים קְדוֹשִׁים שֶׁל הַתּוֹרָה יָרוּם לִבִּי. בָּכָה וְדִמְעוֹתָיו נוֹפְלוֹת עַל זְקָנוֹ.

 

Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior

#143
El anciano abrió y dijo:

Tehilim/Salmos 131:1
“Canción de las Ascensiones. De David. Hashem, mi corazón no es altivo, ni mis ojos son altivos; ni me ejercito en cosas demasiado grandes, o en cosas demasiado maravillosas para mí”

El Rey David dijo esto porque era un rey supremo y gobernaba sobre todos los reyes supremos. Los gobernantes de Este a Oeste tenían miedo de su poder, pero nunca se le ocurrió desviarse del camino recto. Siempre humilló su corazón ante su Señor. Cuando estaba ocupado en la Torá, ponía su fuerza para estudiar y sus ojos siempre estaban bajos en el suelo por temor a su Señor. Cuando caminaba entre la gente, no tenía ninguna rudeza.

#144
Y sobre esto está escrito: “Hashem, mi corazón no es altivo”. A pesar del hecho de que soy rey y soberano sobre todos los demás reyes del mundo, mis ojos no me engañaron mientras estaba de pie ante ti dedicado a la Torá.

El Rey David dijo mientras camino entre la gente: “Ni me ejercito en cosas demasiado grandes o en cosas demasiado y maravillosas para mí”.

Continúa el anciano, si el Rey David dijo eso, más aún con el resto del mundo. ¿Cuán humilde es mi corazón y mis ojos se agachan ante el Santo Rey? Hashem no permita que me enorgullezca de las santas palabras de la Torá. El anciano lloró y sus lágrimas cayeron sobre su barba.

Lección:
Antes de revelar secretos, el Anciano se humilla recitando las palabras del Rey David, quien siempre fue humilde ante Hashem y estudió continuamente Torá.

El acto de recibir sabiduría se parece al flujo de agua desde un punto más alto a un punto más bajo. Para recibir sabiduría, debemos rebajarnos. Incluso cuando sentimos que hemos entendido algo de la Torá, debemos agradecer a Hashem y pedir más conocimiento. La Torá tiene niveles ilimitados de comprensión y, a medida que continuamos aprendiendo y creciendo, siempre desearemos más conocimiento.

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