Daily Zohar 4838
Traducción al Español: Daniel Schulman
318. ÉL RESPONDE: Dado que está escrito «manzano», RESULTA que ella lo alaba de todas las maneras, con color, fragancia y sabor. Así como la manzana es una panacea, también el Santo, bendito sea Él, es una panacea para todos. Así como la manzana aparece en colores, como establecimos, TIENE BLANCO, ROJO, VERDE, así también el Santo, bendito sea Él, aparece en colores excelsos, ES DECIR, JESED, GUEVURÁ Y TIFERET QUE SON EL SECRETO DEL BLANCO, EL ROJO Y EL VERDE. Así como el manzano tiene una fragancia MÁS delicada que otros árboles, del Santo, bendito sea Él, está escrito: «Y su olor como la fragancia del Levanón» (Hosheá/Oseas 14:7). Así como el sabor de la manzana es dulce, también lo es el del Santo, bendito sea Él, como está escrito: «Su boca es la dulzura misma» (Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 5:16).
Tradução para Hebraico:
Comentario de Zion Nefesh:
Continuación del ZD anterior
#318
Y él (Rabí Jiyá) respondió: Dado que el versículo dice ‘manzana’, ‘Tapúaj’ resulta que ella (la Congregación de Israel) lo alaba (al Santo, bendito sea Él) de todas las maneras posibles: en color, fragancia y sabor.
Así como la manzana es una cura para todos, también el Santo es una cura para todos. Así como la manzana muestra colores, como hemos establecido (blanco, rojo y verde), también el Santo se manifiesta en tonos Supernos, que son Jesed, Guevurá y Tiferet, correspondientes al blanco, rojo y verde.
Así como el manzano tiene una fragancia sutil, más refinada que la de todos los demás árboles, también del Santo está escrito: «Y su olor como la fragancia del Levanón» (Hosheá/Oseas 14:7). Así como la manzana tiene un sabor dulce, así también del Santo está escrito: «Su boca es la dulzura misma» (Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 5:16)
Notas:
En la tradición judía, la comida no es solo sustento para el cuerpo, sino un vehículo para la elevación espiritual. La Torá enseña que comer debe hacerse con atención plena y santidad, como está escrito: «Que todas tus acciones sean para el Cielo» (Pirkei Avot 2:12).
Esto incluye el acto de comer, que puede elevar o alejar a una persona de la claridad espiritual. Según la Cábala, los alimentos que conservan su energía vital pueden nutrir no solo el cuerpo, sino también el alma. Cuando los alimentos se procesan excesivamente, se rocían con químicos o se irradian para prolongar su vida útil, pierden parte de la chispa Divina inherente a la Creación natural. El Baal Shem Tov enseñó que todo objeto físico posee una chispa de fuerza vital Divina que clama para ser elevada mediante su uso adecuado, principalmente al comer con bendiciones, gratitud y consciencia.
Las manzanas no orgánicas, aunque siguen siendo una creación de Hashem, a menudo han sido despojadas de su vitalidad espiritual mediante métodos artificiales de conservación. Su larga vida útil puede preservar su apariencia externa, pero la vitalidad interior, el espíritu de vida se ve disminuido.
Cuando elegimos alimentos orgánicos y llenos de vida, especialmente cuando comemos con bendiciones e intención consciente, nos alineamos con ese flujo Divino y permitimos que el acto de comer se convierta en una forma de servicio a Hashem. De esta manera, seleccionar frutas orgánicas, como las manzanas, es más que una elección saludable: es un acto espiritual que honra el plan Divino original de la Creación y atrae bendiciones a través de los alimentos que comemos.
{||}