Traducción al Español: Daniel Schulman
1. «Y cuando Moshé hubo convocado a toda la congregación de los hijos de Israel…» (Shemot/Éxodo 35:1). Rabí Jiá abrió la discusión con «y dijo Shaúl a los quenitas: ¡Idos, retiráos …» (Shmuel Alef/Samuel I 15: 6). Ven y mira lo que está escrito sobre Amalek, «Me acuerdo de lo que hizo Amalek para con Israel … » (Id. 2), pero el Santo, bendito sea Él, recordó todas las guerras que las otras naciones libraron contra Israel. ¿Por qué mencionar esta guerra en particular? Porque no hubo una guerra más difícil ante Él como la librada por Amalek. ÉL EXPLICA, pero por supuesto, esta guerra, que libró Amalek, estaba en todos lados; arriba y abajo, porque en ese tiempo la serpiente malvada se fortaleció arriba y se fortaleció abajo EN ESTE MUNDO!
2. Como una serpiente malvada que acecha en una emboscada en la encrucijada, así era Amalek una serpiente malvada delante de Israel, que acechaba para emboscarlos en la encrucijada, como está escrito: «cómo se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto» (Shmuel Alef/Samuel I 15:2). Y acechaba en una emboscada Arriba para profanar el Templo, QUE ES MALJUT, y acechaba abajo para profanar a Israel. ¿De dónde sabemos eso? Del versículo, «te salió al encuentro en el camino» (Dvarim/Deuteronomio 25:18). Está escrito aquí: «te salió al encuentro (Heb. ‘Karja’) en el camino», y allí: «Cuando hubiere en medio de ti alguno que no fuera puro por razón de efusión de semen acaecida de noche» (Dvarim/Deuteronomio 23:11). EN AMBOS VERSÍCULOS LAS PALABRAS SE RELACIONAN CON LA IMPUREZA.
Traducción al Hebreo:
Comentario de Zion Nefesh:
Escribí y publiqué este artículo anteriormente en RabbiShimon.com bajo un título diferente.
¡La vida no es un jardín de rosas! ¿No es cierto? Algunos pueden decir que sí, otros pueden decir que no. Ambos tienen razón.
Si su nariz puede detectar el aroma agradable y sus ojos pueden ver la belleza, es afortunado. O tal vez no… Si quiere ser dueño de esa belleza, tóquela y manténgala cerca de usted, luego prepárese para salir lastimado.
El Zohar, volúmen 1, capítulo 1 habla de la Rosa y se refiere al Shir Hashirim/Cantar de los Cantares 2:1-2 » Yo soy la rosa de Sharón, el lirio de los valles». «Como el lirio entre los espinos» . Rabí Jizkiá discute esto y dice que así como la Rosa es blanca y roja, así es la comunidad de Israel. Maljut tiene Misericordia (blanco) y Juicio (rojo).
El Zohar explica que cuando la Torá se refiere a la nación, se está refiriendo a la multitud mezclada,’Erv Rav’. Cuando la nación fue donde Aharón (Shemot/Éxodo 32:1 en la parashá anterior) se dice:
«El pueblo se acercó entonces a Aharón, y le dijo: ‘ Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; » . Ese fue el comienzo del pecado del Becerro de Oro.
Tres capítulos más adelante, en el comienzo de la Parashá (Shemot/Éxodo 35:1) la Torá utiliza la misma palabra para comenzar el proceso de limpieza tiene las mismas letras y el mismo valor numérico de 151, que es igual a » “Mikve», la fuente ritual para la limpieza espiritual . Vivimos en un mundo paradójico, donde coexisten al mismo tiempo el bien y el mal. ‘Vaiakel’ se utiliza para extraer la más alta negatividad de la idolatría y el deseo de uno mismo y también para el poder del Shabat. La Mitzvá (precepto) de Shabat está en el segundo versículo, después de la reunión de la congregación de Israel por Moshé.
¿Por qué se produjo este gran pecado? ¿Podría haberse evitado? Nos gustaría pensar; «Sí, por supuesto».
¿Cómo podían estar tan cerca de la Luz ver milagros a diario y sin embargo, recurrir a los ídolos? Además ¿cómo es que Aharón ayudó a construirlo y hacer del evento un «día de fiesta para Hashem»? ( Shemot/Éxodo 32:5 ).
Los Israelitas van a través del ciclo del bien y del mal. Cada vez que se acercaron a una gran revelación de la Luz, tuvo lugar un pecado. Es como que uno no puede estar más cerca de la Luz sin tener sangre en su mano. Esta Rosa (Maljut) atrae una gran cantidad de sangre de nosotros.
Después que Moshé bajó de la montaña y vio a la nación con el Becerro de Oro, lo destruyó quemándolo y reduciéndolo a polvo que diluyó en agua y dio de beber a los israelitas ( Shemot/Éxodo 32:20) . Transformó así la negatividad en positividad para aquellos que no habían participado en el pecado.
En 32:26-29 le dice a los Levitas que vayan al campamento y maten a sus hermanos, amigos y familiares y entonces obtendrían bendiciones.
Todos los sacrificios hechos por los sacerdotes implicaban sacrificio y sangre. Cuando la sangre se derrama libera el alma que estaba en la sangre. “Ki Adam u Hanefesh” (Dvarim/Deuteronomio 12:20-29 ) . Esto es lo que crea una conexión con la Luz. La sangre cuando circula a través del cuerpo, aferra el alma y nos mantiene vivos. Esto es en el nivel de Maljut. La sangre tiene el valor numérico de 44 (12 +32) y con el Kolel (añadiendo 1 al conjunto) suma 45, ‘Adam’, ‘Hombre’. Es el mismo valor en guematria que el nombre de Hashem que representa a Zeir Anpin, la Luz.
Cuando la nación hizo el Becerro de Oro , Hashem le dijo a Moshé que bajara, ya que estaban pecando . ¿Por qué Hashem no le dijo a Moshé que bajara antes de que cayeran en la negatividad? ¿Acaso Hashem no lo sabía?
A partir de esto entendemos que hay un proceso que debemos seguir para llegar a la última revelación de la Luz.
El sufrimiento es parte de éste. Los tres pecados principales de la historia del mundo son el pecado de Adam y Javá que no pudieron esperar seis horas para el Shabat. Luego aquí la nación no pudo esperar otras seis horas a que Moshé bajara de la montaña y el tercero es el pecado de los 12 espías, que en mi humilde opinión, si seis de ellos hubieran dicho la verdad sobre la tierra, podrían haberse evitado los terribles resultados de 40 años en el desierto y la muerte de toda la generación que salió de Egipto.
Todo está relacionado con los seis días de la Creación y se hace eco a través de las generaciones hasta nuestros días (el sexto milenio).
Los tres seis (666) que se relacionan con los pecados también se relacionan con la Redención Final. En el libro del Calendario Divino (http://DivineCalendar.com ) , Ezra (Jeff) Meiliken nos revela los secretos más profundos del número 666 y su conexión con la Redención Final.
Recuerde que antes de que seamos capaces de disfrutar de nuestra casa, tenemos que ser dueños de ésta. Por eso tenemos que pagar el precio completo. Sólo entonces podemos sentarnos y relajarnos.
En cada dolor que haya en su vida, en cada lágrima que derramó, abra su corazón a Hashem y diga “No me quejo, estoy pagando»….
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