JANUCÁ – ES MÁS QUE UN MILAGRO – PARTE 1

La palabra Janucá se relaciona con el evento de iniciar y conectar la Luz por primera vez en nuestra morada. Se realiza después que el lugar está preparado para su ocupación y uso, previo a ingresar en él. Después que los Macabeos vencieron al imperio griego, repararon los 13 lugares rotos en las paredes del Santo Templo. Lo purificaron y prepararon para la renovación de los servicios sacerdotales. Ellos quisieron hacer la iniciación, «Janucá de la casa», con el encendido de la Menorá.

La Menorá en el Santo Templo tenía siete luminarias para canalizar la Luz de Biná a través de las siete Sefirot hacia nuestro mundo. Los macabeos encontraron un pequeño recipiente con aceite puro, lacrado con el sello del Sumo Sacerdote y lo utilizaron. El milagro famoso es que el aceite que normalmente alcanzaría para un día, mantuvo la luz durante ocho días.

Conocer lo que precede a esto es muy importante.
Los griegos controlaron la tierra de Israel durante unos 160 años antes de que los macabeos se rebelaran. Estos comenzaron con 17 personas de la familia de Matitiahu, el sacerdote. Les llevó cerca de siete años vencer al imperio griego y enviarlos a casa. Los griegos hicieron muchos esfuerzos para mantener su dominio sobre Jerusalém trayendo más soldados de otras partes del imperio, pero después de 7 años estaban exhaustos y abandonaron la tierra de Israel.

Los griegos también perdieron la conexión con las raíces de la Luz con el mundo. Intentaron traer la oscuridad a los israelitas ‘succionando’ su luz, pero los griegos cayeron en la oscuridad y en más guerras de las que no pudieron recuperarse.
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La luz de Janucá revela el «Or Haganuz», «Luz Oculta» que fue ‘salvada’ por el Creador para el Mundo Venidero y para los Tzadikim. Los grandes Tzadikim que completaron su corrección en este mundo como Rabí Shimón, el Baal Shem Tov, el Santo Arí y otros pocos, pudieron conectarse a esta Luz y ver más allá de las limitaciones de este mundo.

Hombres y mujeres deben encender velas. Si no hay un hombre o un niño mayor a la edad de Bar Mitzvá en el hogar, es la mujer quien enciende las velas con las bendiciones.

El mejor lugar es colocarla junto a la entrada de la casa o apartamento. La Mezuzá a la izquierda y la Janukiá a la derecha cuando se ingresa a la habitación. La persona que enciende las velas debe tener un Tzitzit (hombres) para crear un ‘triángulo’ de luz con los tres elementos, conectándose a las tres Columnas del Árbol de la Vida.

El aceite es preferible a la cera, pero todo que genera una llama viva de la luz es bueno. Las vasijas/cuerpo de la Menorá deben ser tan buenos como se consiga. La luz de las velas debe durar al menos media hora. El tiempo de iluminación es al atardecer, preferiblemente no demasiado tarde y antes de la oración de la tarde.

Preparamos las velas en orden desde la primera a la última (8) y luego las encendemos comenzando desde la última hasta la primera. El significado de esta forma de hacerlo es que aumentamos el tamaño de la vasija y utilizamos primero la luz más nueva del día para descender y llenar la vasija desde arriba hacia abajo.

La altura de las llamas preferentemente debe estar como mínimo a 30″ (80-90 centímetros) y a no más de 60″ (160 centímetros).

Encuentre instrucciones y bendiciones en línea y haga lo mejor para que esta conexión espiritual sea más elevada.

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Además de los estudios del Zohar Diario publicaré algunos estudios más sobre Janucá durante los próximos ocho días.

FELIZ JANUCÁ

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